Texas ha ofrecido a Donald Trump un terreno de aproximadamente 1402 acres, equivalente a 5.5 kilómetros cuadrados, en el condado de Starr, dentro del Valle del Río Grande, con el propósito de construir instalaciones de detención para inmigrantes indocumentados. La comisionada de tierras de Texas, Dawn Buckingham, indicó en una carta enviada a Trump que su oficina está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional, ICE o la Patrulla Fronteriza para erigir un centro de procesamiento y detención. Buckingham sostuvo que este proyecto formaría parte de la mayor deportación de criminales violentos en la historia de los Estados Unidos.
El terreno ofrecido fue adquirido por el estado de Texas en octubre de 2024, en una compra que incluía 355,000 acres de tierra, por un monto de aproximadamente 245 millones de dólares. Esta adquisición, que casi equivale a la mitad del tamaño de Rhode Island, incluye el famoso Brewster Ranch, territorio previamente denegado para la construcción de un muro fronterizo.
Ubicado cerca de La Grulla y a unos 50 kilómetros al oeste de McAllen, el rancho consta de un terreno mayormente plano, lo cual facilita las posibilidades de construcción. En su comunicación, Buckingham resaltó que la zona es de fácil acceso a aeropuertos internacionales y se encuentra en proximidad al Río Bravo, factores que contribuirían a la logística del proyecto.
Donald Trump ha reiterado su intención de llevar a cabo deportaciones masivas y ha señalado su disposición para declarar una emergencia nacional en la frontera, lo que le permitiría sortear diversos obstáculos legales y emplear fuerzas armadas para apoyar las operaciones migratorias. Para supervisar estas actividades, Trump ha nombrado a Tom Homan, exdirector de ICE, como su "zar de la frontera".
Pese a la notable oferta de Texas, se anticipan desafíos logísticos y legales semejantes a los enfrentados durante el primer mandato de Trump. Varios grupos de derechos humanos ya han manifestado su descontento y oposición a las políticas de deportación masiva planteadas.
En el ámbito político, la propuesta ha generado reacciones mixtas. Mientras Texas manifiesta su apoyo alineándose con los planes de Trump, los gobernadores demócratas de California, Arizona y Nuevo México han declarado su negativa a cooperar con las potenciales deportaciones masivas.
Según datos proporcionados por ICE, hasta el 2 de noviembre de 2024, había 38,863 inmigrantes detenidos en Estados Unidos, con más de 12,000 de ellos en instalaciones en Texas. No obstante, la capacidad de detención actual está limitada a 41,500 personas diarias, conforme al presupuesto del año 2024.