Theresa Kachindamoto, la jefa del distrito de Dedza en Malawi, ha emergido como una figura clave en la lucha contra el matrimonio infantil, una práctica profundamente enraizada en la cultura de su país. Desde que asumió su cargo en 2003, Kachindamoto ha utilizado su autoridad para poner fin a más de 2.500 matrimonios infantiles y modificar significativamente el curso de vida de muchas jóvenes en su distrito.
Kachindamoto, enfrentando una prevalencia alarmante de matrimonios infantiles impulsados por la pobreza y la tradición, no solo abogó sino que aseguró la implementación de leyes que elevan la edad mínima de matrimonio a 18 años. Su compromiso se extendió más allá de la legislación; personalmente intervino en casos donde las niñas estaban destinadas a matrimonios forzados, asegurando su retorno a la escuela y la anulación de sus matrimonios.

El impacto de su trabajo se siente en la comunidad, donde ha instaurado un equipo de vigilancia para hacer cumplir estas normas. La jefa Kachindamoto también ha enfrentado resistencia, incluso amenazas a su vida, por parte de aquellos que sostienen las tradiciones patriarcales. Sin embargo, su determinación no ha flaqueado, y su liderazgo ha sido crucial para cambiar las percepciones sobre los derechos y la educación de las niñas en Malawi.
Además de prohibir los matrimonios infantiles, Kachindamoto ha abordado el ritual del "kusasa fumbi", una práctica que involucra a las niñas teniendo relaciones sexuales poco después de alcanzar la pubertad como parte de un rito de iniciación. Su firme postura en contra de esta práctica ha ayudado a proteger a muchas niñas de abusos y de las consecuencias de embarazos tempranos y no deseados.