La crisis ambiental en Zimbabue ha alcanzado un punto crítico con la muerte de al menos 160 elefantes en el Parque Nacional Hwange, uno de los santuarios de vida silvestre más grandes del país. Estas muertes, ocurridas entre agosto y diciembre del año pasado, han sido atribuidas a severas condiciones de sequía. El parque, que abarca 14,651 km², alberga especies en peligro de extinción como elefantes, búfalos, leones, guepardos y jirafas.
Los elefantes fallecidos eran principalmente jóvenes, ancianos o enfermos. La Autoridad de Gestión de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue (Zimparks) confirmó estas muertes, señalando la hambruna como la causa principal. Tinashe Farawo, portavoz de Zimparks, indicó que la mayoría de los animales fueron encontrados muertos cerca de fuentes de agua, lo que sugiere una lucha desesperada por la supervivencia en un entorno cada vez más hostil.
El clima seco persistente, las sequías y los períodos prolongados de aridez están intensificándose en el sur de África. En 2023, el Parque Nacional Hwange no recibió lluvias de febrero a noviembre, exacerbando la crisis. Trevor Lane, cofundador y líder del grupo de conservación Bhejane Trust dentro de Hwange, describió la situación como una combinación de baja nutrición, altas temperaturas y escasez de agua, lo que contribuyó a un estrés masivo en la fauna silvestre.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) pronosticó un fuerte fenómeno de El Niño entre octubre y marzo de este año, lo que resultaría en un clima cálido, seco y poca lluvia. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas advirtió en su actualización de noviembre que esto podría resultar en un retraso en el inicio de las lluvias y períodos secos prolongados, lo que podría llevar a condiciones de sequía en Zimbabue.