Josselin Corea Escalante, una adolescente guatemalteca de 16 años, fue asesinada el pasado 22 de enero en un tiroteo ocurrido en la cafetería de la escuela secundaria Antioch, en el sur de Nashville, Tennessee. La joven se encontraba con sus compañeros cuando otro estudiante ingresó armado y abrió fuego, hiriendo a Josselin fatalmente e impactando también a otro estudiante antes de dispararse a sí mismo, según lo informó la policía. Previamente, el atacante había expresado discurso de odio en redes sociales, aunque no se confirmaron aún sus motivaciones específicas ni si Josselin fue un objetivo deliberado.
La tragedia se agrava al saber que Josselin llegó a Estados Unidos en busca de una vida más segura. En 2018, cuando tenía 9 años, su madre y su hermano menor emigraron desde Guatemala caminando por casi dos meses para escapar de la violencia de las pandillas que amenazaba sus vidas. Después de reunirse con su padre, Germán Corea, quien ya residía en el país, la familia se estableció en Nashville, lugar donde Josselin destacaba por su alegría, amor por la música, el fútbol y su dedicación a los estudios. Soñaba con convertirse en médica, un deseo truncado por un incidente trágico que forma parte de un alarmante incremento de violencia relacionada con armas en las escuelas estadounidenses.

La familia Corea aún está en espera de una resolución sobre su proceso de asilo. Sin embargo, la sorpresiva pérdida de Josselin los ha llevado a cuestionar si el riesgo en su país natal podría ser más llevadero que la inseguridad que enfrentan actualmente en Estados Unidos. Germán Corea expresó su desolación al enviar a su hija de regreso a Guatemala para su entierro, asegurando que quería que descansara en su tierra natal en caso de que la familia decidiera regresar.
El caso conmovió a múltiples sectores sociales. Durante el funeral, legisladores, estudiantes y activistas se congregaron en el Capitolio de Tennessee para apoyar a la familia y rechazar la violencia con armas. Juan y Carlos Corea, tíos de Josselin, se unieron visiblemente emocionados al clamor por reformas que regulen el acceso a las armas de fuego. Portando fotografías de su sobrina, recientemente celebrada en su quinceañera con un vestido rojo brillante, Carlos Corea tomó la palabra a través de un traductor y envió un contundente mensaje al público.
Esta tragedia ocurre en un contexto preocupante: en lo que va de 2025 ya se han registrado al menos 15 tiroteos en o cerca de campus escolares, según la Base de Datos de Tiroteos en Escuelas K-12, un fenómeno que aumenta las tensiones sociales y políticas en el país. Pese a que la escuela secundaria Antioch ha implementado medidas de seguridad adicionales, como la instalación de detectores de metales y la asignación de un oficial escolar más, los familiares de Josselin en edad escolar han decidido no regresar debido al temor generado.
El cuerpo de Josselin fue trasladado a Guatemala el pasado jueves en un ataúd rosado, donde fue recibido por sus abuelos y su tía. La familia sigue debatiéndose entre el dolor y la necesidad de tomar medidas activas para impedir que casos como el de Josselin se repitan. “Tenemos apoyo, pero lo que le digo a todos los padres es que no dejen que esto siga así. Si seguimos con las manos atadas, esto seguirá sucediendo nuevamente”, enfatizó Germán Corea. Josselin, dedicada a sus estudios, rechazó una vez un viaje de tres días para no faltar a clases, simbolizando su pasión por el aprendizaje y su aspiración de convertirse en médica.