Donald Trump enfrenta una encrucijada legal tras no poder asegurar una fianza requerida para apelar un juicio de fraude civil en Nueva York. El ex-presidente y su equipo legal han buscado infructuosamente el respaldo de hasta 30 compañías aseguradoras para cubrir los $454 millones impuestos por el tribunal. Esta suma se incrementa a $464 millones al incluir los desembolsos de sus hijos adultos, Don Jr. y Eric. Los intentos de Trump por negociar con una de las mayores aseguradoras del mundo han fallado, evidenciando las dificultades financieras que enfrenta en su batalla legal.
La situación de Trump se agrava con la inminente fecha límite para asegurar la fianza, mientras busca frenar el proceso de ejecución del juicio durante su apelación. Sus abogados han calificado la tarea de obtener una fianza de esta envergadura como una “imposibilidad práctica”, subrayando la magnitud del desafío financiero y legal ante ellos. La insistencia de los potenciales aseguradores en recibir efectivo en lugar de propiedades como garantía complica aún más la obtención de la fianza necesaria.
Este caso deriva de la acusación de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien alega que Trump infló fraudulentamente el valor de sus activos para obtener condiciones más favorables en préstamos e inversiones. La demanda culminó en un juicio que no solo amenaza con despojar a Trump de sus activos, sino que también cuestiona la veracidad de su declarada fortuna. Con el tiempo agotándose y las opciones financieras disminuyendo, Trump se encuentra en una carrera contra el reloj para evitar consecuencias legales y financieras significativas.