El conflicto en Ucrania, que lleva ya tres años activo, podría estar ante una oportunidad de tregua tras las recientes conversaciones diplomáticas lideradas por Estados Unidos. El presidente Donald Trump calificó como "buenas y productivas" las discusiones sobre una propuesta de alto el fuego temporal, aunque no tuvo contacto directo con Vladimir Putin. En su lugar, el enviado especial, Steve Witkoff, se reunió con el mandatario ruso en Moscú el 13 de marzo de 2025 para tratar los términos de esta tregua de 30 días, enmarcada dentro de un plan conjunto entre EE. UU. y Ucrania.
Entre los temas más controvertidos discutidos estuvo la afirmación de Trump, publicada en su plataforma Truth Social, sobre que "miles" de soldados ucranianos estaban "completamente rodeados" por las fuerzas rusas. Aunque Putin afirmó que esas vidas serían respetadas si los soldados se rendían, esa declaración fue inmediatamente desmentida por las autoridades militares ucranianas, que negaron cualquier cercamiento de tropas. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acusó a Putin de intentar "sabotear la diplomacia" con condiciones que dificultan alcanzar la paz.
Rusia subrayó su disposición para el alto el fuego, aunque impuso una serie de requisitos: Ucrania no podrá rearmarse ni movilizar tropas durante el período de tregua. Estas estipulaciones han enfrentado críticas no solo de Kiev sino también de otros líderes internacionales. Zelensky indicó que las condiciones de Moscú son un obstáculo, mientras los servicios de inteligencia estadounidenses sostienen que los objetivos de Putin de mantener dominación sobre Ucrania siguen firmes.
En paralelo, el G7 apoyó la propuesta estadounidense en una cumbre en Quebec, reiterando su esperanza de una solución pacífica, aunque subrayaron que la responsabilidad de avanzar ahora recae en Moscú. A pesar de que Ucrania aceptó inicialmente el alto el fuego, el Kremlin ha expresado dudas sobre si este acuerdo puede implementarse de manera efectiva. La administración rusa ha adoptado una postura de "optimismo cauteloso" e instó a una conversación directa entre Trump y Putin para destrabar las negociaciones.
Desde Washington, la Casa Blanca compartió una visión alentadora de las conversaciones, al declarar que esta es "una de las ocasiones más cercanas que se han tenido para alcanzar la paz". Sin embargo, analistas y expertos advierten que cualquier avance dependerá de la disposición real de Rusia a cumplir sus compromisos, un punto que está en duda dado el historial reciente del conflicto. El compromiso de las partes involucradas será puesto a prueba en las semanas por venir.
A lo largo de la guerra en Ucrania, numerosas propuestas de alto el fuego han fracasado debido a las tensiones internacionales y desacuerdos sobre las condiciones, destacando la complejidad de alcanzar una solución duradera.