Donald Trump ha intensificado sus demandas para que Estados Unidos anexe Groenlandia y el canal de Panamá, sugiriendo intervenciones económicas o incluso militares si Dinamarca se opone a la cesión del territorio. Trump afirmó que "necesitamos [Groenlandia y el canal de Panamá] para la seguridad económica", destacando que el canal es vital para Estados Unidos y que actualmente está operado por China. También subrayó que Groenlandia es esencial por "razones de seguridad nacional" e insistió en que Dinamarca "debería renunciar a ella".
El hijo del expresidente, Donald Trump Jr., manifestó su interés en los recursos minerales raros de Groenlandia, que están siendo cada vez más accesibles debido al acelerado derretimiento del hielo. Cabe destacar que Groenlandia está perdiendo un promedio de 30 millones de toneladas de hielo por hora. Este fenómeno no solo contribuye al aumento del nivel del mar sino que también podría colapsar corrientes oceánicas vitales.
Donald Jr. acusó a Dinamarca de bloquear el desarrollo de los recursos naturales de la isla, mencionando que esta posee grandes reservas de carbón, uranio, minerales raros, oro y diamantes. Específicamente, la disminución del hielo marino ha abierto nuevas rutas de navegación en el océano Ártico, lo que incrementa la viabilidad económica de la región.
Robert O’Brien, exasesor de seguridad nacional de Trump, afirmó que Groenlandia es crucial para contrarrestar las amenazas de China y Rusia, señalando que el Ártico podría convertirse en un campo de batalla estratégico. Paralelamente, la crisis climática ha provocado una severa sequía en Panamá desde 2023, reduciendo el nivel del Lago Gatún, que suministra agua al canal de Panamá, y limitando el tráfico a través de esta vía en un 30% el año pasado.
Alice Hill, exasesora climática de Barack Obama, observó que el cambio climático está alterando la relevancia estratégica tanto del Ártico como del canal de Panamá. La pérdida de hielo en Groenlandia hace que la minería de tierras raras y la perforación de petróleo sean más atractivas, mientras que las dificultades climáticas en Panamá obligan a Estados Unidos a buscar rutas alternas o a priorizar el acceso sobre China.
Las propuestas de Trump han generado temores sobre una postura de "ambientalismo de derecha", en la que países más ricos podrían aprovecharse de naciones vulnerables en medio de desastres climáticos crecientes. Tanto los líderes de Groenlandia y Dinamarca como de Panamá han rechazado tajantemente las ideas del exmandatario, así como muchos de sus residentes, enfatizando que sus territorios no están a la venta.