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Trump Genera Indignación Tras Pedir que el Ejército se Ocupe de los Adversarios el Día de las Elecciones

Donald Trump ha provocado una fuerte reacción de los demócratas al sugerir que las fuerzas armadas de EE. UU. sean utilizadas contra sus adversarios políticos durante las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024.

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Trump Genera Indignación Tras Pedir que el Ejército se Ocupe de los Adversarios el Día de las Elecciones

Donald Trump ha provocado una fuerte reacción de los demócratas al sugerir que las fuerzas armadas de EE. UU. sean utilizadas contra sus adversarios políticos durante las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024.

"El problema más grande son las personas de dentro. Tenemos algunas personas muy malas. Tenemos algunas personas enfermas"

- Afirmó Donald Trump.

14/10/2024

El expresidente Donald Trump ha generado una intensa polémica después de sugerir, en una entrevista con Fox News, que el ejército o la Guardia Nacional podrían ser desplegados para manejar el "caos" electoral durante las próximas elecciones presidenciales programadas para el 5 de noviembre de 2024. Trump se refirió a sus oponentes como "el enemigo dentro" y señaló específicamente al congresista Adam Schiff como una amenaza mayor para unas elecciones libres y justas que los terroristas extranjeros o los inmigrantes ilegales.

En su intervención, Trump atacó directamente a Schiff, quien fue el principal fiscal durante su primer juicio de impeachment, calificándolo de "loco" y "bajo" y acusándolo sin pruebas de estar involucrado en un fraude electoral masivo en California. Trump afirmó que millones de boletas se enviaban sin control en el estado, sobre lo cual no hay evidencia sustancial.

La reacción del lado demócrata fue inmediata y contundente. La campaña de Kamala Harris, actual vicepresidenta, condenó enérgicamente las declaraciones de Trump, comparándolas con sus previas afirmaciones sobre la posibilidad de actuar como un dictador en un segundo mandato y su llamado a la "terminación" de la Constitución para revertir los resultados de las elecciones de 2020. Harris y su equipo manifestaron que tales declaraciones son extremadamente peligrosas y que el regreso de Trump a la presidencia presentaría un riesgo inaceptable para la libertad y seguridad de los estadounidenses.

La polémica escaló aún más cuando Adam Schiff respondió en Twitter, acusando a Trump de incitar a la violencia, recordando paralelismos con los eventos del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Schiff señaló que las palabras de Trump inflaman tensiones y persiguen una agenda autoritaria, similar a acusaciones anteriores hechas en eventos críticos.

Las declaraciones de Trump también han resonado en la esfera militar. El general Mark Milley, ex presidente del Estado Mayor Conjunto, ya había expresado inquietudes sobre las intenciones de Trump, describiéndolo como “un total fascista” en el pasado, especialmente después de que Trump pidiera en 2020 el despliegue de tropas en Washington D.C. para dispersar manifestantes.

Expertos han interpretado estas recientes afirmaciones como indicios claros de intenciones autoritarias, comparables a líderes como Viktor Orbán de Hungría, Narendra Modi de India y Vladimir Putin de Rusia. La proposición de usar fuerza militar contra adversarios políticos y en situaciones de elecciones ha sido criticada por contradecir los principios democráticos y representar un peligro para las instituciones estadounidenses. El uso del término "enemigo dentro" por parte de Trump ha generado preocupación no solo por su potencial para aumentar las tensiones políticas, sino también por sus connotaciones históricas en contextos de regímenes autoritarios y dictaduras.

Algo Curioso

"El problema más grande son las personas de dentro. Tenemos algunas personas muy malas. Tenemos algunas personas enfermas"

- Afirmó Donald Trump.

Oct 14, 2024
Colglobal News

El expresidente Donald Trump ha generado una intensa polémica después de sugerir, en una entrevista con Fox News, que el ejército o la Guardia Nacional podrían ser desplegados para manejar el "caos" electoral durante las próximas elecciones presidenciales programadas para el 5 de noviembre de 2024. Trump se refirió a sus oponentes como "el enemigo dentro" y señaló específicamente al congresista Adam Schiff como una amenaza mayor para unas elecciones libres y justas que los terroristas extranjeros o los inmigrantes ilegales.

En su intervención, Trump atacó directamente a Schiff, quien fue el principal fiscal durante su primer juicio de impeachment, calificándolo de "loco" y "bajo" y acusándolo sin pruebas de estar involucrado en un fraude electoral masivo en California. Trump afirmó que millones de boletas se enviaban sin control en el estado, sobre lo cual no hay evidencia sustancial.

La reacción del lado demócrata fue inmediata y contundente. La campaña de Kamala Harris, actual vicepresidenta, condenó enérgicamente las declaraciones de Trump, comparándolas con sus previas afirmaciones sobre la posibilidad de actuar como un dictador en un segundo mandato y su llamado a la "terminación" de la Constitución para revertir los resultados de las elecciones de 2020. Harris y su equipo manifestaron que tales declaraciones son extremadamente peligrosas y que el regreso de Trump a la presidencia presentaría un riesgo inaceptable para la libertad y seguridad de los estadounidenses.

La polémica escaló aún más cuando Adam Schiff respondió en Twitter, acusando a Trump de incitar a la violencia, recordando paralelismos con los eventos del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Schiff señaló que las palabras de Trump inflaman tensiones y persiguen una agenda autoritaria, similar a acusaciones anteriores hechas en eventos críticos.

Las declaraciones de Trump también han resonado en la esfera militar. El general Mark Milley, ex presidente del Estado Mayor Conjunto, ya había expresado inquietudes sobre las intenciones de Trump, describiéndolo como “un total fascista” en el pasado, especialmente después de que Trump pidiera en 2020 el despliegue de tropas en Washington D.C. para dispersar manifestantes.

Expertos han interpretado estas recientes afirmaciones como indicios claros de intenciones autoritarias, comparables a líderes como Viktor Orbán de Hungría, Narendra Modi de India y Vladimir Putin de Rusia. La proposición de usar fuerza militar contra adversarios políticos y en situaciones de elecciones ha sido criticada por contradecir los principios democráticos y representar un peligro para las instituciones estadounidenses. El uso del término "enemigo dentro" por parte de Trump ha generado preocupación no solo por su potencial para aumentar las tensiones políticas, sino también por sus connotaciones históricas en contextos de regímenes autoritarios y dictaduras.

El expresidente Donald Trump ha generado una intensa polémica después de sugerir, en una entrevista con Fox News, que el ejército o la Guardia Nacional podrían ser desplegados para manejar el "caos" electoral durante las próximas elecciones presidenciales programadas para el 5 de noviembre de 2024. Trump se refirió a sus oponentes como "el enemigo dentro" y señaló específicamente al congresista Adam Schiff como una amenaza mayor para unas elecciones libres y justas que los terroristas extranjeros o los inmigrantes ilegales.

En su intervención, Trump atacó directamente a Schiff, quien fue el principal fiscal durante su primer juicio de impeachment, calificándolo de "loco" y "bajo" y acusándolo sin pruebas de estar involucrado en un fraude electoral masivo en California. Trump afirmó que millones de boletas se enviaban sin control en el estado, sobre lo cual no hay evidencia sustancial.

La reacción del lado demócrata fue inmediata y contundente. La campaña de Kamala Harris, actual vicepresidenta, condenó enérgicamente las declaraciones de Trump, comparándolas con sus previas afirmaciones sobre la posibilidad de actuar como un dictador en un segundo mandato y su llamado a la "terminación" de la Constitución para revertir los resultados de las elecciones de 2020. Harris y su equipo manifestaron que tales declaraciones son extremadamente peligrosas y que el regreso de Trump a la presidencia presentaría un riesgo inaceptable para la libertad y seguridad de los estadounidenses.

La polémica escaló aún más cuando Adam Schiff respondió en Twitter, acusando a Trump de incitar a la violencia, recordando paralelismos con los eventos del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Schiff señaló que las palabras de Trump inflaman tensiones y persiguen una agenda autoritaria, similar a acusaciones anteriores hechas en eventos críticos.

Las declaraciones de Trump también han resonado en la esfera militar. El general Mark Milley, ex presidente del Estado Mayor Conjunto, ya había expresado inquietudes sobre las intenciones de Trump, describiéndolo como “un total fascista” en el pasado, especialmente después de que Trump pidiera en 2020 el despliegue de tropas en Washington D.C. para dispersar manifestantes.

Expertos han interpretado estas recientes afirmaciones como indicios claros de intenciones autoritarias, comparables a líderes como Viktor Orbán de Hungría, Narendra Modi de India y Vladimir Putin de Rusia. La proposición de usar fuerza militar contra adversarios políticos y en situaciones de elecciones ha sido criticada por contradecir los principios democráticos y representar un peligro para las instituciones estadounidenses. El uso del término "enemigo dentro" por parte de Trump ha generado preocupación no solo por su potencial para aumentar las tensiones políticas, sino también por sus connotaciones históricas en contextos de regímenes autoritarios y dictaduras.

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