En Savannah, Georgia, ante una multitud de aproximadamente 2,500 personas, Donald Trump, candidato presidencial republicano, enfocó gran parte de su discurso en temas económicos y lanzando duras críticas hacia la inmigración. Trump no dudó en señalar a los inmigrantes como responsables de problemas graves como las sobredosis de fentanilo, el aumento del crimen y la pérdida de empleos, desviando el enfoque principal de su discurso.
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Trump declaró que la economía de Estados Unidos tiene los recursos necesarios para convertirse en una "potencia económica", pero sostuvo que la nación carece de "liderazgo inteligente". Entre sus promesas, destacó la reducción a la mitad de las facturas de energía de los estadounidenses y una revitalización de la manufactura nacional, evocando una visión de progreso similar a la de hace cinco décadas. También se comprometió a bloquear la venta de US Steel a la empresa japonesa Nippon, una acción que el presidente Joe Biden también ha prometido impedir.
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En un movimiento que generó controversia, Trump criticó los automóviles eléctricos, exceptuando los producidos por Elon Musk, a pesar de los esfuerzos de Georgia por construir una planta de Hyundai de 5.4 mil millones de dólares destinada a este tipo de vehículos, que generará 8,500 empleos. Esta postura generó tensión, ya que Trump no mencionó al gobernador de Georgia, Brian Kemp, quien ha respaldado la construcción de dicha planta.
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Entre las propuestas más destacadas, Trump sugirió ceder tierras federales a empresas que se comprometan a construir instalaciones de manufactura, argumentando que esto podría alentar el regreso de industrias enteras al país. Además, propuso limitar la tasa impositiva corporativa al 15% para las empresas que produzcan en territorio estadounidense, aunque esta tasa ya había sido reducida del 35% al 21% durante su mandato presidencial.
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Donald Trump también aprovechó el escenario para tocar temas de índole personal, haciendo referencia a un intento de asesinato en julio y a un reciente incidente en Florida, afirmando que su supervivencia tenía un propósito divino.
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Este evento representó la primera visita de Trump a Georgia desde el 3 de agosto, cuando realizó un mitin en Atlanta. En contraste, la vicepresidenta Kamala Harris había llevado a cabo un mitin en Savannah el mes anterior, atrayendo a cerca de 9,000 seguidores.
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Trump resurgió con fuerza su retórica antiinmigración y de protección de la industria nacional, buscando reforzar su base electoral con promesas económicas concretas y narrativas personales que apelan a su imagen de resiliencia y liderazgo frente a las adversidades.