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Turbulencia en mercados globales: acciones se desploman, dólar cae y oro bate récords ante política arancelaria de Trump

El nerviosismo sacudió los mercados financieros ante el aumento de aranceles, la caída del dólar y las presiones del presidente Donald Trump sobre la Reserva Federal. El precio del oro superó los 3400 dólares por onza, reflejando el desplazamiento de los inversores hacia activos considerados refugio.

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Turbulencia en mercados globales: acciones se desploman, dólar cae y oro bate récords ante política arancelaria de Trump

El nerviosismo sacudió los mercados financieros ante el aumento de aranceles, la caída del dólar y las presiones del presidente Donald Trump sobre la Reserva Federal. El precio del oro superó los 3400 dólares por onza, reflejando el desplazamiento de los inversores hacia activos considerados refugio.

“La prolongada y elevada incertidumbre aumenta el riesgo de estrés en los mercados financieros”

– Afirmó Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI.

21/4/2025

Los mercados mundiales enfrentaron una sesión marcada por la volatilidad tras los movimientos recientes de la administración del presidente Donald Trump en materia de política comercial y monetaria. El lunes, las acciones de Estados Unidos, los bonos del Tesoro, el petróleo y el dólar estadounidense registraron caídas generalizadas, mientras que el oro alcanzó un nuevo máximo histórico, superando los 3400 dólares por onza, con un alza cercana al 30 % en lo que va del año.


El nerviosismo de los inversores se incrementó ante la persistente escalada arancelaria promovida por Washington, combinada con las amenazas del presidente Trump de remover a Jerome H. Powell, actual presidente de la Reserva Federal, antes de que concluya su mandato el próximo año. Trump manifestó en la Oficina Oval que si quiere destituir a Powell, “se irá rapidísimo, créanme”. Esta postura generó inquietudes sobre la independencia política de la Reserva Federal y su impacto en la estabilidad de activos denominados en dólares.


La bolsa estadounidense reabrió tras el feriado de Viernes Santo con signos globales de tensión. Los futuros del S&P 500 retrocedieron más del 1 %, anticipando una jornada negativa. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años superó el 4,4 %, reflejando ventas en el mercado de deuda. En Asia, el índice Nikkei 225 de Japón cayó un 1,3 %, mientras que el índice taiwanés retrocedió un 1,5 %. Las acciones de ambos países, socios comerciales clave de Estados Unidos, acumulan el peor desempeño en Asia este año.


El dólar estadounidense sufrió caídas frente a la mayoría de las divisas principales: perdió más del 1 % frente al euro, colocándose en su nivel más bajo en más de tres años; frente al yen japonés, alcanzó mínimos no vistos desde septiembre; y frente al franco suizo se situó en su nivel más bajo en una década. Win Thin, director gerente de Brown Brother Harriman, prevé que la debilidad del dólar continúe, aunque destaca que las recientes apreciaciones de otras divisas podrían ser temporales ante la expectativa de menor crecimiento económico.


La presión sobre el crecimiento se refleja también en el mercado petrolero. El precio del crudo Brent cayó casi un 3 % el lunes, cotizando cerca de los 66 dólares por barril y acumulando un descenso del 24 % desde mediados de enero, en un contexto de menor optimismo sobre el comercio internacional y la demanda global de energía.


En el frente comercial, Trump elevó este año los aranceles estadounidenses a productos chinos hasta el 145 % para recortar los desequilibrios comerciales, y aplicó aranceles del 25 % a importaciones de automóviles y autopartes. Washington ha restringido además el acceso a chips de silicio avanzados, tecnologías críticas en diversos sectores. China respondió imponiendo gravámenes a productos estadounidenses y limitando la exportación de tierras raras e imanes, materiales clave para la industria tecnológica.


México también fue objeto de amenazas arancelarias por temas relacionados con una deuda de agua derivada de un tratado de 1944, mientras que la administración Trump descartó aprobar exenciones para aranceles que entraron en vigor a principios de abril. Hasta ahora, según funcionarios estadounidenses, varios socios comerciales han intentado negociar para evitar tarifas “asfixiantes”, pero no se ha concretado ningún acuerdo, ni hay claridad sobre avances con China.


Datos comerciales recientes de Corea del Sur muestran el impacto de la escalada arancelaria: las exportaciones a Estados Unidos cayeron más del 14 % en los primeros 20 días de abril en comparación con el mismo periodo del año anterior. Analistas de Nomura consideraron estas cifras como una “señal de alerta” ante una posible contracción de las exportaciones asiáticas.


El Fondo Monetario Internacional ha adelantado que sus próximas previsiones económicas, que se publicarán el martes, proyectan un crecimiento global más lento y una inflación mayor de la estimada anteriormente. Empresas como Tesla, Alphabet e Intel presentarán resultados trimestrales esta semana y sus previsiones serán analizadas para evaluar el impacto de las nuevas políticas comerciales.


La caída sostenida del dólar, combinada con el desplome de acciones y bonos estadounidenses, evidencia la creciente desconfianza de los inversores. El oro, cuyo precio superó los 3400 dólares por onza este lunes, se consolida como refugio frente a la volatilidad y las dudas sobre la estabilidad de los activos en dólares.

Algo Curioso

“La prolongada y elevada incertidumbre aumenta el riesgo de estrés en los mercados financieros”

– Afirmó Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI.

Apr 21, 2025
Colglobal News

Los mercados mundiales enfrentaron una sesión marcada por la volatilidad tras los movimientos recientes de la administración del presidente Donald Trump en materia de política comercial y monetaria. El lunes, las acciones de Estados Unidos, los bonos del Tesoro, el petróleo y el dólar estadounidense registraron caídas generalizadas, mientras que el oro alcanzó un nuevo máximo histórico, superando los 3400 dólares por onza, con un alza cercana al 30 % en lo que va del año.


El nerviosismo de los inversores se incrementó ante la persistente escalada arancelaria promovida por Washington, combinada con las amenazas del presidente Trump de remover a Jerome H. Powell, actual presidente de la Reserva Federal, antes de que concluya su mandato el próximo año. Trump manifestó en la Oficina Oval que si quiere destituir a Powell, “se irá rapidísimo, créanme”. Esta postura generó inquietudes sobre la independencia política de la Reserva Federal y su impacto en la estabilidad de activos denominados en dólares.


La bolsa estadounidense reabrió tras el feriado de Viernes Santo con signos globales de tensión. Los futuros del S&P 500 retrocedieron más del 1 %, anticipando una jornada negativa. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años superó el 4,4 %, reflejando ventas en el mercado de deuda. En Asia, el índice Nikkei 225 de Japón cayó un 1,3 %, mientras que el índice taiwanés retrocedió un 1,5 %. Las acciones de ambos países, socios comerciales clave de Estados Unidos, acumulan el peor desempeño en Asia este año.


El dólar estadounidense sufrió caídas frente a la mayoría de las divisas principales: perdió más del 1 % frente al euro, colocándose en su nivel más bajo en más de tres años; frente al yen japonés, alcanzó mínimos no vistos desde septiembre; y frente al franco suizo se situó en su nivel más bajo en una década. Win Thin, director gerente de Brown Brother Harriman, prevé que la debilidad del dólar continúe, aunque destaca que las recientes apreciaciones de otras divisas podrían ser temporales ante la expectativa de menor crecimiento económico.


La presión sobre el crecimiento se refleja también en el mercado petrolero. El precio del crudo Brent cayó casi un 3 % el lunes, cotizando cerca de los 66 dólares por barril y acumulando un descenso del 24 % desde mediados de enero, en un contexto de menor optimismo sobre el comercio internacional y la demanda global de energía.


En el frente comercial, Trump elevó este año los aranceles estadounidenses a productos chinos hasta el 145 % para recortar los desequilibrios comerciales, y aplicó aranceles del 25 % a importaciones de automóviles y autopartes. Washington ha restringido además el acceso a chips de silicio avanzados, tecnologías críticas en diversos sectores. China respondió imponiendo gravámenes a productos estadounidenses y limitando la exportación de tierras raras e imanes, materiales clave para la industria tecnológica.


México también fue objeto de amenazas arancelarias por temas relacionados con una deuda de agua derivada de un tratado de 1944, mientras que la administración Trump descartó aprobar exenciones para aranceles que entraron en vigor a principios de abril. Hasta ahora, según funcionarios estadounidenses, varios socios comerciales han intentado negociar para evitar tarifas “asfixiantes”, pero no se ha concretado ningún acuerdo, ni hay claridad sobre avances con China.


Datos comerciales recientes de Corea del Sur muestran el impacto de la escalada arancelaria: las exportaciones a Estados Unidos cayeron más del 14 % en los primeros 20 días de abril en comparación con el mismo periodo del año anterior. Analistas de Nomura consideraron estas cifras como una “señal de alerta” ante una posible contracción de las exportaciones asiáticas.


El Fondo Monetario Internacional ha adelantado que sus próximas previsiones económicas, que se publicarán el martes, proyectan un crecimiento global más lento y una inflación mayor de la estimada anteriormente. Empresas como Tesla, Alphabet e Intel presentarán resultados trimestrales esta semana y sus previsiones serán analizadas para evaluar el impacto de las nuevas políticas comerciales.


La caída sostenida del dólar, combinada con el desplome de acciones y bonos estadounidenses, evidencia la creciente desconfianza de los inversores. El oro, cuyo precio superó los 3400 dólares por onza este lunes, se consolida como refugio frente a la volatilidad y las dudas sobre la estabilidad de los activos en dólares.

Los mercados mundiales enfrentaron una sesión marcada por la volatilidad tras los movimientos recientes de la administración del presidente Donald Trump en materia de política comercial y monetaria. El lunes, las acciones de Estados Unidos, los bonos del Tesoro, el petróleo y el dólar estadounidense registraron caídas generalizadas, mientras que el oro alcanzó un nuevo máximo histórico, superando los 3400 dólares por onza, con un alza cercana al 30 % en lo que va del año.


El nerviosismo de los inversores se incrementó ante la persistente escalada arancelaria promovida por Washington, combinada con las amenazas del presidente Trump de remover a Jerome H. Powell, actual presidente de la Reserva Federal, antes de que concluya su mandato el próximo año. Trump manifestó en la Oficina Oval que si quiere destituir a Powell, “se irá rapidísimo, créanme”. Esta postura generó inquietudes sobre la independencia política de la Reserva Federal y su impacto en la estabilidad de activos denominados en dólares.


La bolsa estadounidense reabrió tras el feriado de Viernes Santo con signos globales de tensión. Los futuros del S&P 500 retrocedieron más del 1 %, anticipando una jornada negativa. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años superó el 4,4 %, reflejando ventas en el mercado de deuda. En Asia, el índice Nikkei 225 de Japón cayó un 1,3 %, mientras que el índice taiwanés retrocedió un 1,5 %. Las acciones de ambos países, socios comerciales clave de Estados Unidos, acumulan el peor desempeño en Asia este año.


El dólar estadounidense sufrió caídas frente a la mayoría de las divisas principales: perdió más del 1 % frente al euro, colocándose en su nivel más bajo en más de tres años; frente al yen japonés, alcanzó mínimos no vistos desde septiembre; y frente al franco suizo se situó en su nivel más bajo en una década. Win Thin, director gerente de Brown Brother Harriman, prevé que la debilidad del dólar continúe, aunque destaca que las recientes apreciaciones de otras divisas podrían ser temporales ante la expectativa de menor crecimiento económico.


La presión sobre el crecimiento se refleja también en el mercado petrolero. El precio del crudo Brent cayó casi un 3 % el lunes, cotizando cerca de los 66 dólares por barril y acumulando un descenso del 24 % desde mediados de enero, en un contexto de menor optimismo sobre el comercio internacional y la demanda global de energía.


En el frente comercial, Trump elevó este año los aranceles estadounidenses a productos chinos hasta el 145 % para recortar los desequilibrios comerciales, y aplicó aranceles del 25 % a importaciones de automóviles y autopartes. Washington ha restringido además el acceso a chips de silicio avanzados, tecnologías críticas en diversos sectores. China respondió imponiendo gravámenes a productos estadounidenses y limitando la exportación de tierras raras e imanes, materiales clave para la industria tecnológica.


México también fue objeto de amenazas arancelarias por temas relacionados con una deuda de agua derivada de un tratado de 1944, mientras que la administración Trump descartó aprobar exenciones para aranceles que entraron en vigor a principios de abril. Hasta ahora, según funcionarios estadounidenses, varios socios comerciales han intentado negociar para evitar tarifas “asfixiantes”, pero no se ha concretado ningún acuerdo, ni hay claridad sobre avances con China.


Datos comerciales recientes de Corea del Sur muestran el impacto de la escalada arancelaria: las exportaciones a Estados Unidos cayeron más del 14 % en los primeros 20 días de abril en comparación con el mismo periodo del año anterior. Analistas de Nomura consideraron estas cifras como una “señal de alerta” ante una posible contracción de las exportaciones asiáticas.


El Fondo Monetario Internacional ha adelantado que sus próximas previsiones económicas, que se publicarán el martes, proyectan un crecimiento global más lento y una inflación mayor de la estimada anteriormente. Empresas como Tesla, Alphabet e Intel presentarán resultados trimestrales esta semana y sus previsiones serán analizadas para evaluar el impacto de las nuevas políticas comerciales.


La caída sostenida del dólar, combinada con el desplome de acciones y bonos estadounidenses, evidencia la creciente desconfianza de los inversores. El oro, cuyo precio superó los 3400 dólares por onza este lunes, se consolida como refugio frente a la volatilidad y las dudas sobre la estabilidad de los activos en dólares.

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