La conmovedora historia de Peggy Winckowski, una abuela de Estados Unidos, y un grupo de adolescentes ha capturado la atención y el corazón de muchas personas. Tras el trágico fallecimiento de su nieto Sam Crowe en un accidente de tráfico en julio de 2022, los amigos de Sam, devastados por la pérdida, decidieron continuar una tradición que él había iniciado: desayunar con su abuela Peggy cada miércoles. Esta iniciativa, nacida del afecto y la memoria, se ha convertido en un símbolo de amistad y apoyo en tiempos de duelo.
Sam, quien era estudiante de la escuela secundaria Bishop DuBourg en Sant Louis, Missouri, tenía una relación muy especial con su abuela. Convenció a sus amigos para que probaran los deliciosos desayunos que ella preparaba, dando inicio a una tradición semanal. Después de su fallecimiento, sus amigos, en un gesto de solidaridad y cariño, decidieron mantener viva esta costumbre. Cada miércoles a las 7 de la mañana, se reúnen en casa de Peggy para compartir un desayuno en honor a Sam.
La historia, que ha conmovido a muchos, muestra la fuerza de la comunidad y el poder del apoyo mutuo. Los amigos de Sam, que inicialmente eran una decena, ahora son alrededor de 30 adolescentes que se reúnen semanalmente. Este “club del desayuno” no solo sirve como un espacio para recordar a Sam, sino también como un lugar de consuelo y compañía para Peggy, quien ha encontrado en estos jóvenes un motivo para sonreír en medio del dolor.
La iniciativa ha trascendido más allá del círculo íntimo de amigos y familiares. La comunidad local, conmovida por la historia, ha comenzado a donar ingredientes y ayudar con los preparativos para estos desayunos. Esta acción colectiva refleja cómo un acto de bondad puede inspirar a toda una comunidad y cómo el recuerdo de una persona querida puede convertirse en un catalizador para la solidaridad y el apoyo mutuo.