La historia de Steve Greig y sus mascotas seniors es un relato de amor incondicional y compasión. Tras la trágica pérdida de su perro Wolfgang, atropellado por un coche en 2012, Greig, un contador de 59 años, encontró consuelo en adoptar a Eeyore, un chihuahua de 12 años con problemas de rodilla y un soplo en el corazón. Esta adopción marcó el inicio de una misión personal: salvar a perros mayores y con discapacidades, a menudo ignorados en los refugios y con altas probabilidades de ser sacrificados.
En la actualidad, Greig comparte su hogar en Denver con 11 perros seniors, cada uno con su propia historia y conjunto de desafíos. Desde problemas cardíacos y ceguera hasta incontinencia, estos perros han encontrado en Greig no solo un cuidador, sino un verdadero amigo. Además de los perros, su familia extendida incluye a Bikini, una cerda de 13 años, cuatro gallinas, dos conejos, un pato y un pavo. Todos ellos conviven en armonía, creando un ambiente de calidez y aceptación.

Greig ha adaptado su vida para atender las necesidades de sus mascotas. Su rutina diaria incluye la administración de medicamentos, alimentación especial y tiempo de calidad individual con cada animal. A pesar de los desafíos que implica cuidar a tantos animales, especialmente aquellos con necesidades especiales, Greig encuentra una profunda satisfacción en su labor. Su dedicación no solo ha mejorado la calidad de vida de estos animales, sino que también ha inspirado a otros a considerar la adopción de mascotas mayores.
La historia de Greig y sus mascotas ha ganado atención en las redes sociales, donde su página de Instagram, seguida por más de un millón de personas, muestra el día a día de esta singular familia. A través de sus publicaciones, Greig busca crear conciencia sobre la alegría y el amor que los animales mayores pueden aportar, desafiando la idea de que solo los cachorros o animales jóvenes son dignos de ser adoptados.