En noviembre, un ataque aéreo israelí redujo la casa de la familia Oroq a escombros, atrapando a Zein bajo ellos. A pesar de sus heridas, Zein sobrevivió milagrosamente, a diferencia de 17 miembros de su extensa familia que perecieron. El joven, quien vivió más de seis meses bajo condiciones extremas de escasez de alimentos y medicinas en Gaza, enfrentó su cruel destino durante una distribución de ayuda alimentaria. En el caos que se desató al caer los paquetes de ayuda, Zein fue golpeado en la cabeza por uno de ellos, lo cual resultó en heridas fatales.
Mientras la comunidad internacional sigue luchando por establecer una tregua, la violencia en Gaza no muestra signos de disminución, con constantes bombardeos que han transformado la región en un erial. La trágica muerte de Zein no solo pone de relieve la severa situación humanitaria en Gaza sino también la desesperada lucha por recursos básicos como comida y medicina, vital para la supervivencia de más de dos millones de personas.
Los esfuerzos fallidos de mediación y la continua preparación para la guerra por parte de Israel y Hamas han dejado poco espacio para la esperanza de una solución pacífica a corto plazo. Mientras tanto, familias como la de Zein continúan pagando el precio máximo en un conflicto que se ha cobrado ya miles de vidas.