La creciente tensión entre China y Taiwán, con la implicación de Estados Unidos, plantea un escenario preocupante en términos económicos y políticos. Según estimaciones de Bloomberg Economics, un conflicto armado en la región podría tener un costo devastador de aproximadamente $10 billones de dólares, equivalente al 10% del Producto Interno Bruto (PIB) global. Esta cifra supera ampliamente las repercusiones económicas de eventos recientes como la guerra en Ucrania, la pandemia de COVID-19 y la crisis financiera global de 2007-2008.
El análisis económico destaca que, además de las implicaciones militares y políticas, un conflicto en Taiwán tendría efectos catastróficos en la economía mundial. Taiwán es un actor clave en la fabricación de semiconductores, componentes esenciales en una amplia gama de productos tecnológicos. La interrupción de esta cadena de suministro afectaría a numerosos sectores a nivel mundial, desde la electrónica hasta la industria automotriz.

Los expertos en seguridad nacional y economía han modelado diversos escenarios, incluyendo una invasión china a Taiwán y un bloqueo que aislaría a la isla del comercio mundial. En ambos casos, las consecuencias económicas serían significativas, no solo para los protagonistas directos, sino también para las economías globales. La dependencia de los semiconductores taiwaneses y la importancia estratégica del Estrecho de Taiwán, una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, son factores clave en este análisis.