Un reciente análisis realizado por equipos del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste (PNNL) y el Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL) subraya la creciente urgencia de actuar contra el cambio climático. El estudio concluye que los costos de mitigar los efectos climáticos se cuadruplican una vez que los sistemas cruzan ciertos puntos de inflexión.
Los puntos de inflexión representan umbrales críticos en los cuales los cambios climáticos se vuelven permanentes aunque se mitiguen las causas subyacentes. Un ejemplo significativo es la pérdida del hielo marino, un proceso que, una vez iniciado, provoca costos exponencialmente mayores para su reversión.
Utilizando múltiples variantes de modelos climáticos, los investigadores calcularon los costos de intervención para escenarios específicos de pérdida de hielo marino. La inercia térmica puede retrasar el cruce de estos puntos, pero una vez atravesados, el costo y la dificultad de mantener el control climático se disparan.
En términos de estrategia, se desarrolló un modelo de balance de energía idealizado (EBM), conocido por su representación de la inestabilidad del "pequeño casquete de hielo", que facilita una transición rápida a un clima sin hielo bajo la influencia de los gases de efecto invernadero. Se destacó que los costes casi se cuadruplican debido a la necesidad de intervenciones adicionales.
El análisis reveló que la intervención es más efectiva cuando se realiza cerca de la línea de hielo. La intervención necesaria se duplica en cuanto el sistema climático comienza a transitar rápidamente hacia un estado sin hielo.
Los costos se incrementan significativamente al retrasar las intervenciones, subrayando la necesidad de acción inmediata. Los investigadores también examinaron el concepto de histéresis, el cual mide la irreversibilidad de ciertas modificaciones climáticas, y encontraron que los costos no crecen de manera lineal con el alcance de la histéresis. El término "histéresis" proviene del griego y significa "deficiencia" o "demora". En el contexto climático, describe cómo un sistema no regresa completamente a su estado original después de haber sido alterado, ilustrando la irreversibilidad de ciertos cambios climáticos.
En un escenario hipotético donde el hielo marino desaparece por completo en el año 2100, devolver las emisiones a niveles anteriores, como los de 2024, no sería suficiente para restaurar el hielo. El análisis sugiere que la falta de acción temprana no solo incrementa los costos sino que también conlleva consecuencias posiblemente irreversibles en el sistema climático.
Los hallazgos exigen una inmediata intervención gubernamental y global para mitigar los efectos del cambio climático antes de que los puntos de inflexión se crucen, evitando así costos potencialmente exorbitantes y consecuencias irreversibles.