Valerie desapareció en noviembre de 2023 mientras acompañaba a sus dueños, Georgia Gardner y Josh Fishlock, en unas vacaciones de camping en Kangaroo Island, Australia. El animal se extravió al escapar de su jaula durante un momento en que sus propietarios realizaban actividades de pesca.
Inmediatamente después de la desaparición, los esfuerzos para encontrar a la perra involucraron el despliegue de recursos significativos por parte del grupo Kangala Wildlife Rescue. Las tareas de búsqueda acumularon más de 1,000 horas de trabajo y coberturas superiores a los 5,000 kilómetros —equivalentes a aproximadamente 3,100 millas— a lo largo de la isla, que cuenta con una extensión de 4,400 kilómetros cuadrados (1,700 millas cuadradas).
El operativo implementó diversas estrategias: colocación de cámaras de vigilancia, instalación de trampas con cebos como pollo y atún, y la utilización de una camiseta de la dueña para crear un rastro oloroso que guiara a Valerie hacia un lugar seguro. Pese a estos esfuerzos, la perra logró mantenerse fuera del alcance de los rescatistas y sólo fue reportada por algunos residentes en marzo de 2024, casi un año tras su extravío, cuando se observaron imágenes de un pequeño dachshund luciendo un collar rosa.
Durante meses posteriores, y a pesar de los reportes de avistamiento y los registros esporádicos en cámaras, Valerie continuó eludiendo a quienes la buscaban. Fue hasta abril de 2025 cuando el equipo de rescate logró finalmente capturarla, utilizando una trampa específicamente personalizada con alimentos, juguetes y una caja similar a la de su hogar. Los rescatistas esperaron a que Valerie se tranquilizara antes de cerrar la trampa, terminando así con el extenso periodo de búsqueda.
Durante su estancia forzosa en el entorno natural de Kangaroo Island, Valerie sobrevivió a condiciones adversas: soportó altas temperaturas y la presencia de predadores como serpientes venenosas y águilas. Según estimaciones de expertos, la perra subsistió alimentándose de animales muertos y bebiendo agua de estanques que encontró en su trayecto. La isla alberga una diversa fauna nativa, entre la que destacan canguros y koalas.
El caso generó una amplia cobertura mediática en Australia y, además, originó un notable interés entre los residentes de Kangaroo Island, quienes expresaron su asombro por la supervivencia de Valerie y su capacidad de adaptación en un entorno caracterizado por factores ambientales y faunísticos adversos.