Las protestas en Venezuela se han intensificado tras las elecciones presidenciales celebradas el 28 de julio de 2024, en las que se alegó fraude electoral. La oposición, encabezada por Edmundo González, reclama irregularidades en los comicios que dieron la victoria al actual presidente Nicolás Maduro. Desde el inicio de las manifestaciones, al menos 23 personas han perdido la vida en medio de la violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad.
Uno de los aspectos más alarmantes ha sido la detención de más de 100 niños y adolescentes, una situación que ha generado un clamor internacional por la protección de los derechos de los menores. Además, se estima que más de 2400 personas han sido arrestadas en relación con las protestas, lo que ha llevado a organizaciones internacionales a exigir el fin de la represión.
En diferentes ciudades del mundo, los venezolanos expatriados han mostrado su apoyo a la oposición durante las protestas globales, llevando consigo recibos de conteo de votos que, según ellos, respaldan las afirmaciones de fraude y la victoria de González. Estas protestas han tenido lugar en varios países, incrementando la presión internacional sobre el gobierno de Maduro.
Las reacciones a nivel internacional no se han hecho esperar. La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido al gobierno de Venezuela que cese inmediatamente la represión y respete los derechos humanos de los manifestantes. "El gobierno debe cesar inmediatamente la represión y respetar los derechos humanos de los manifestantes", declaró Bachelet.
Los organismos de derechos humanos y varios gobiernos extranjeros han emitido condenas enérgicas contra las acciones del gobierno venezolano. La situación en Venezuela sigue siendo tensa, y observadores internacionales permanecen atentos a los desarrollos futuros. La posibilidad de diálogo entre el gobierno y la oposición no ha mostrado avances significativos, lo que podría prolongar la crisis en el país sudamericano.
Las cifras sobre las víctimas y los detenidos continúan aumentando, y la comunidad internacional sigue pidiendo soluciones pacíficas para resolver el conflicto. Los esfuerzos diplomáticos se están realizando, pero la situación en el terreno sigue siendo crítica.