Durante una operación militar en Gaza, murió Yahya Sinwar, líder de Hamas y arquitecto de los ataques del 7 de octubre de 2023. La muerte de Sinwar fue confirmada tanto por el ejército israelí como por el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz. La identificación del líder se realizó mediante pruebas de ADN y registros dentales, información a la que las autoridades israelíes tuvieron acceso debido a su encarcelamiento por más de 20 años en Israel.
La operación, llevada a cabo en el sur de Gaza, donde se había detectado actividad sospechosa, no tenía como objetivo específico la eliminación de Sinwar. Fue encontrado en los escombros de un edificio destruido por un tanque israelí, en un enfrentamiento que también resultó en la muerte de tres militantes.
La muerte de Sinwar asesta un golpe significativo a Hamas, que ha estado bajo intensa presión militar desde los ataques de octubre de 2023, los cuales dejaron alrededor de 1,200 israelíes muertos y resultaron en la toma de cerca de 250 rehenes. Legisladores estadounidenses y diversas personalidades han expresado su apoyo a Israel, considerando la operación un acto de justicia.
Actualmente, en Gaza permanecen 101 rehenes vivos, de los cuales 33 se creen muertos. Las familias de estos rehenes han demandado que se aproveche la muerte de Sinwar para conseguir su liberación.
Yahya Sinwar, nacido el 29 de octubre de 1962, fue uno de los fundadores de la fuerza de seguridad interna de Hamas y conocido como el "carnicero de Khan Younis". Condenado a cadena perpetua en 1988 por su implicación en el asesinato de soldados israelíes, fue liberado en 2011 como parte de un intercambio de prisioneros.
La reacción internacional ha sido variada. Mientras funcionarios estadounidenses esperan que la muerte de Sinwar abra oportunidades para negociaciones de paz y la liberación de rehenes, la ausencia de un sucesor claro dentro de Hamas podría dificultar dichas negociaciones.
La situación en Gaza sigue siendo crítica. Además de las más de 42,400 muertes, se reportan más de 99,000 heridos. La comunidad internacional alerta sobre el grave riesgo de hambruna y enfermedades en la región.
En medio de esta devastación, el conflicto continúa tensionando las relaciones internacionales y poniendo a prueba la resiliencia de ambos bandos, así como la capacidad de la comunidad global para buscar una solución pacífica.