El conflicto entre Israel e Irán, iniciado el 14 de junio de 2025 tras ataques aéreos preventivos israelíes contra más de doce instalaciones en territorio iraní, ha generado una escalada sostenida de violencia y represalias. En los primeros cinco días de hostilidades, la Agencia de Activistas de Derechos Humanos (HRANA) reportó un saldo de al menos 639 fallecidos en Irán, entre ellos 263 civiles y 154 militares. En territorio israelí, 24 personas han muerto y otras 838 resultaron heridas por ataques iraníes.
‍

‍
Uno de los incidentes más graves ocurrió cuando un misil iraní impactó el hospital Soroka en Beersheba, Israel, causando daños significativos y heridas a 271 personas. Mientras que el gobierno israelí calificó el ataque al hospital como un acto criminal, Teherán alegó que el blanco era una instalación militar adyacente. En el transcurso de los enfrentamientos, Irán lanzó misiles equipados con múltiples ojivas, diseñados para maximizar los daños en áreas civiles y superar los sistemas de defensa antiaérea israelíes.
‍

‍
La respuesta militar israelí ha incluido ataques a infraestructura nuclear en Irán, específicamente contra el reactor de agua pesada de Arak y la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz. Las Fuerzas de Defensa de Israel afirman haber destruido 120 sistemas de defensa aérea iraníes durante los primeros días de operaciones.
‍

‍
En el plano internacional, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que las negociaciones con Irán podrían influir de manera decisiva en la intervención estadounidense. El presidente Donald Trump ha mantenido una postura ambigua, afirmando que podría responder militarmente o abstenerse, pero la administración estadounidense advierte que Irán nunca antes había estado tan cerca de obtener un arma nuclear.
‍

‍
Ante el riesgo de una escalada regional, imágenes satelitales indican que varios aviones militares estadounidenses han sido retirados de una base en Qatar como medida preventiva. Simultáneamente, ministros de relaciones exteriores de países europeos planean reunirse en Ginebra con el canciller iraní para abordar la crisis.
‍

‍
El presidente israelí, Isaac Herzog, manifestó que Israel está preparado para sostener el conflicto sin ayuda estadounidense de ser necesario, aunque subrayó la necesidad de eliminar la capacidad nuclear iraní como un objetivo de interés global. La decisión de Estados Unidos, que se espera en un plazo máximo de dos semanas, mantiene en vilo tanto a Oriente Medio como a la comunidad internacional.