El equipo de investigadores de la Universidad de Bayreuth, Alemania, aplicó el método de edición genética CRISPR-Cas9 a la especie Parasteatoda tepidariorum, una araña doméstica común. Desarrollaron una solución para microinyección compuesta por componentes del sistema CRISPR y una secuencia genética correspondiente a una proteína fluorescente roja. Esta solución fue inyectada directamente en huevos no fertilizados de las arañas. Transcurrida la microinyección, las hembras fueron apareadas con machos de la misma especie, dando lugar a crías que incorporaron exitosamente la proteína fluorescente en las fibras de seda producidas, verificándose su característica fluorescente bajo luz roja.
La eficiencia de la modificación genética alcanzó una tasa de éxito del 6 al 7% en los sacos de huevos tratados, lo que implica que en ese porcentaje de los descendientes fue posible obtener el fenotipo deseado. Los procedimientos emplearon anestesia con CO2 en las arañas hembras, a fin de lograr la precisión en las microinyecciones y evitar movimientos durante la manipulación.
La seda producida por estas arañas editadas genéticamente conserva atributos conocidos de resistencia a la tracción, elasticidad, bajo peso y biodegradabilidad. Se destaca que la seda de araña supera en hasta cinco veces la resistencia de un cable de acero del mismo peso, lo que la convierte en un material de alto interés para la investigación en ciencia de materiales.
En otro experimento, el grupo científico realizó un “knock-out” del gen sine oculis (“so”), que desempeña un papel esencial en la formación del aparato ocular; las arañas modificadas de este modo nacieron sin ojos, confirmando la función del gen en el desarrollo visual de estos arácnidos.
Este avance, publicado en la revista Angewandte Chemie International Edition el 13 de abril de 2025 y financiado por la Oficina de Investigación Naval de EE. UU. y la Oficina de Investigación de la Fuerza Aérea mediante el contrato N62909-20-1-2068, permite extender las fronteras de la biotecnología. Es la primera vez que se consigue una edición genética dirigida en arañas usando CRISPR-Cas9, lo que sienta bases para futuras aplicaciones en áreas como ingeniería de materiales, biología del desarrollo y potencialmente para el diseño de fibras con propiedades mecánicas superiores.