Salud

El impacto nefasto del consumo de pornografía en el cerebro y las relaciones, según estudios

Diversas investigaciones médicas y sociales han documentado el incremento en el consumo de pornografía en las últimas décadas, así como su impacto medible en la estructura cerebral, el bienestar relacional y el desarrollo de los jóvenes. Los datos muestran una prevalencia significativa y asociaciones con cambios en la motivación, satisfacción sexual y percepción de la sexualidad.

Salud

El impacto nefasto del consumo de pornografía en el cerebro y las relaciones, según estudios

Diversas investigaciones médicas y sociales han documentado el incremento en el consumo de pornografía en las últimas décadas, así como su impacto medible en la estructura cerebral, el bienestar relacional y el desarrollo de los jóvenes. Los datos muestran una prevalencia significativa y asociaciones con cambios en la motivación, satisfacción sexual y percepción de la sexualidad.

“El 91.5% de los hombres y el 60.2% de las mujeres reportaron haber visto pornografía en el último mes, según un estudio de 2018”

– Señala el análisis.

16/4/2025

A lo largo de la historia, la pornografía ha adoptado formas diversas, desde representaciones artísticas antiguas hasta la producción audiovisual moderna, con un incremento sobresaliente en el acceso y consumo gracias a la tecnología. Un estudio de 2018 evidenció que el 91.5% de los hombres y el 60.2% de las mujeres consumieron pornografía durante el mes previo a la encuesta, lo que indica una presencia arraigada en la sociedad contemporánea.

El uso continuado de pornografía tiene efectos observables en el sistema nervioso central. Un estudio publicado en 2015 utilizó escáneres cerebrales en usuarios masculinos y halló una correlación entre el consumo de pornografía y la reducción de materia gris en áreas vinculadas a la motivación y la toma de decisiones, pertenecientes al sistema de recompensa cerebral. Además, la investigación identificó una menor respuesta frente a la pornografía y otros estímulos sexuales, un fenómeno atribuido a la desensibilización por exposición repetida. Por otra parte, una publicación de 2016 encontró que el 49% de los individuos estudiados manifestó haber llegado a buscar material pornográfico previamente ajeno a sus intereses o considerado indeseable, lo que sugiere un desplazamiento hacia contenidos más extremos a medida que avanza el consumo.

Los efectos sobre las relaciones personales también se han documentado. El consumo sostenido se asocia con menor satisfacción y estabilidad en las parejas, incrementando la probabilidad de infidelidad, disminución del compromiso, desapego emocional y erosión de la confianza. Un estudio de 2011 señaló que las mujeres reportaban una reducción en la frecuencia de relaciones sexuales debido al consumo de pornografía de sus parejas. En paralelo, los hombres informaron una disminución en la excitación sexual hacia sus compañeras sentimentales. Datos de 2021 revelan que más del 20% de varones de entre 18 y 35 años experimentaron algún grado de disfunción eréctil en el mes anterior, cifra que contrasta con el 8% en hombres de 20 a 29 años y el 11% en el grupo de 30 a 39 años.

La exposición a la pornografía también es destacada entre adolescentes. Un estudio realizado por Common Sense Media en 2022 determinó que el 73% de los jóvenes entre 13 y 17 años había visto pornografía, frente al 42% reportado en 2005. El 54% de los adolescentes la visualizó antes de cumplir 13 años, y un 15% antes de los 10 años. El 58% se encontró con estos contenidos accidentalmente. La exposición temprana se asocia con mayor prevalencia de trastornos de personalidad, impulsividad y percepciones distorsionadas sobre el comportamiento sexual.

Frente a estos hallazgos, los expertos recomiendan que las parejas afectadas dialoguen abiertamente sobre el impacto del consumo problemático de pornografía y busquen asistencia profesional con terapeutas especializados. Asimismo, se destaca el valor de participar en redes de apoyo para contrarrestar el aislamiento asociado a estas conductas.

Algo Curioso

“El 91.5% de los hombres y el 60.2% de las mujeres reportaron haber visto pornografía en el último mes, según un estudio de 2018”

– Señala el análisis.

Apr 16, 2025
Colglobal News

A lo largo de la historia, la pornografía ha adoptado formas diversas, desde representaciones artísticas antiguas hasta la producción audiovisual moderna, con un incremento sobresaliente en el acceso y consumo gracias a la tecnología. Un estudio de 2018 evidenció que el 91.5% de los hombres y el 60.2% de las mujeres consumieron pornografía durante el mes previo a la encuesta, lo que indica una presencia arraigada en la sociedad contemporánea.

El uso continuado de pornografía tiene efectos observables en el sistema nervioso central. Un estudio publicado en 2015 utilizó escáneres cerebrales en usuarios masculinos y halló una correlación entre el consumo de pornografía y la reducción de materia gris en áreas vinculadas a la motivación y la toma de decisiones, pertenecientes al sistema de recompensa cerebral. Además, la investigación identificó una menor respuesta frente a la pornografía y otros estímulos sexuales, un fenómeno atribuido a la desensibilización por exposición repetida. Por otra parte, una publicación de 2016 encontró que el 49% de los individuos estudiados manifestó haber llegado a buscar material pornográfico previamente ajeno a sus intereses o considerado indeseable, lo que sugiere un desplazamiento hacia contenidos más extremos a medida que avanza el consumo.

Los efectos sobre las relaciones personales también se han documentado. El consumo sostenido se asocia con menor satisfacción y estabilidad en las parejas, incrementando la probabilidad de infidelidad, disminución del compromiso, desapego emocional y erosión de la confianza. Un estudio de 2011 señaló que las mujeres reportaban una reducción en la frecuencia de relaciones sexuales debido al consumo de pornografía de sus parejas. En paralelo, los hombres informaron una disminución en la excitación sexual hacia sus compañeras sentimentales. Datos de 2021 revelan que más del 20% de varones de entre 18 y 35 años experimentaron algún grado de disfunción eréctil en el mes anterior, cifra que contrasta con el 8% en hombres de 20 a 29 años y el 11% en el grupo de 30 a 39 años.

La exposición a la pornografía también es destacada entre adolescentes. Un estudio realizado por Common Sense Media en 2022 determinó que el 73% de los jóvenes entre 13 y 17 años había visto pornografía, frente al 42% reportado en 2005. El 54% de los adolescentes la visualizó antes de cumplir 13 años, y un 15% antes de los 10 años. El 58% se encontró con estos contenidos accidentalmente. La exposición temprana se asocia con mayor prevalencia de trastornos de personalidad, impulsividad y percepciones distorsionadas sobre el comportamiento sexual.

Frente a estos hallazgos, los expertos recomiendan que las parejas afectadas dialoguen abiertamente sobre el impacto del consumo problemático de pornografía y busquen asistencia profesional con terapeutas especializados. Asimismo, se destaca el valor de participar en redes de apoyo para contrarrestar el aislamiento asociado a estas conductas.

A lo largo de la historia, la pornografía ha adoptado formas diversas, desde representaciones artísticas antiguas hasta la producción audiovisual moderna, con un incremento sobresaliente en el acceso y consumo gracias a la tecnología. Un estudio de 2018 evidenció que el 91.5% de los hombres y el 60.2% de las mujeres consumieron pornografía durante el mes previo a la encuesta, lo que indica una presencia arraigada en la sociedad contemporánea.

El uso continuado de pornografía tiene efectos observables en el sistema nervioso central. Un estudio publicado en 2015 utilizó escáneres cerebrales en usuarios masculinos y halló una correlación entre el consumo de pornografía y la reducción de materia gris en áreas vinculadas a la motivación y la toma de decisiones, pertenecientes al sistema de recompensa cerebral. Además, la investigación identificó una menor respuesta frente a la pornografía y otros estímulos sexuales, un fenómeno atribuido a la desensibilización por exposición repetida. Por otra parte, una publicación de 2016 encontró que el 49% de los individuos estudiados manifestó haber llegado a buscar material pornográfico previamente ajeno a sus intereses o considerado indeseable, lo que sugiere un desplazamiento hacia contenidos más extremos a medida que avanza el consumo.

Los efectos sobre las relaciones personales también se han documentado. El consumo sostenido se asocia con menor satisfacción y estabilidad en las parejas, incrementando la probabilidad de infidelidad, disminución del compromiso, desapego emocional y erosión de la confianza. Un estudio de 2011 señaló que las mujeres reportaban una reducción en la frecuencia de relaciones sexuales debido al consumo de pornografía de sus parejas. En paralelo, los hombres informaron una disminución en la excitación sexual hacia sus compañeras sentimentales. Datos de 2021 revelan que más del 20% de varones de entre 18 y 35 años experimentaron algún grado de disfunción eréctil en el mes anterior, cifra que contrasta con el 8% en hombres de 20 a 29 años y el 11% en el grupo de 30 a 39 años.

La exposición a la pornografía también es destacada entre adolescentes. Un estudio realizado por Common Sense Media en 2022 determinó que el 73% de los jóvenes entre 13 y 17 años había visto pornografía, frente al 42% reportado en 2005. El 54% de los adolescentes la visualizó antes de cumplir 13 años, y un 15% antes de los 10 años. El 58% se encontró con estos contenidos accidentalmente. La exposición temprana se asocia con mayor prevalencia de trastornos de personalidad, impulsividad y percepciones distorsionadas sobre el comportamiento sexual.

Frente a estos hallazgos, los expertos recomiendan que las parejas afectadas dialoguen abiertamente sobre el impacto del consumo problemático de pornografía y busquen asistencia profesional con terapeutas especializados. Asimismo, se destaca el valor de participar en redes de apoyo para contrarrestar el aislamiento asociado a estas conductas.

Algo Curioso

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