La erupción del volcán Etna, iniciada a las 11:24 a.m. hora local del lunes 2 de junio de 2025, fue registrada por el Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología (INGV) como una de las actividades más fuertes de los últimos años en Sicilia. El proceso eruptivo se caracterizó por una columna eruptiva de 6.5 kilómetros de altura conformada por humo y ceniza, visible a varios kilómetros de distancia.
More views of the powerful eruption that caused the collapse of a crater and a pyroclastic flow on Mt Etna this morning, June 2, 2025.pic.twitter.com/21RoV0doIU
— Massimo (@Rainmaker1973) June 2, 2025
Previamente al evento principal, la actividad volcánica se intensificó desde la noche anterior, con el inicio de la erupción detectado a las 2:39 a.m. Ese mismo día, se produjo un colapso parcial en la pared del cráter del flanco sureste, zona que ya había presentado erupciones de alta frecuencia en años recientes. Posteriormente, violentas explosiones generaron al menos dos corrientes de lava y fuertes temblores, lo que originó un flujo piroclástico compuesto de rocas volcánicas, ceniza y gases a altas temperaturas que descendió rápidamente sobre las laderas.
#ITALY: New video shows Mount #Etna erupting. pic.twitter.com/zqZHU4FR03
— GRX (@GlobalReportX) June 2, 2025
El flujo de lava no cruzó el límite del Valle de los Leones, área turística protegida, y no se reportó un peligro inmediato para la población local, según confirmó Renato Schifani, presidente de la región. Sin embargo, se recomendó a los turistas la evacuación y evitar acercarse al área afectada por riesgos derivados de la evolución de la actividad volcánica; algunos visitantes salieron rápidamente de la zona tras captar imágenes del evento.
Sudden eruption on Etna volcano! #etna #sicily #volcano pic.twitter.com/WCpwNcQ5U8
— finnbaen (@finnbenedikt) June 2, 2025
En los municipios cercanos, se registraron temblores de alta magnitud durante la mañana, disminuyendo conforme el día avanzó. Como medida preventiva, se emitió una alerta roja para las autoridades de aviación debido a la altura y densidad de la nube volcánica. A pesar de la magnitud del fenómeno, el aeropuerto de Catania continuó operando, puesto que la dirección del viento impidió que la ceniza llegara hasta la terminal aérea.

El monitoreo de la actividad permaneció constante a lo largo del día, asegurando que la erupción se mantenía bajo control. Las autoridades regionales y nacionales indicaron que el operativo de vigilancia se mantendría activo mientras persistiera la actividad volcánica.