La ciudad maya denominada "Los Abuelos" fue localizada en el norte de Guatemala, en el departamento de Petén, cerca de la frontera con México, a unos 21 kilómetros del reconocido sitio arqueológico de Uaxactun. El hallazgo estuvo a cargo de un equipo conjunto de arqueólogos procedentes de Guatemala y Eslovaquia, quienes trabajaron en áreas previamente poco exploradas dentro del parque Uaxactun.

Esculturas descubiertas en el sitio arqueológico de Uaxactún, Guatemala.
Establecida entre los años 800 y 500 a.C., durante el período Preclásico Medio, Los Abuelos representa uno de los centros ceremoniales más antiguos e importantes detectados hasta ahora en la amplia región selvática de Petén. El núcleo de la ciudad abarca aproximadamente 16 kilómetros cuadrados (equivalente a 6 millas cuadradas).
En el sitio se identificaron múltiples estructuras monumentales, destacando una pirámide de 33 metros de altura (108 pies), que conserva murales del propio período Preclásico y presenta una iconografía característica de la región. Además, se documentó un sistema de canales inédito en la zona, evidencia de la sofisticación en el manejo hidráulico y el desarrollo urbano alcanzado por esta sociedad.

Una vasija descubierta en el sitio arqueológico de Uaxactún, Guatemala.
Entre los elementos de especial relevancia se cuentan dos esculturas antropomórficas que representan una "pareja ancestral", fechadas entre 500 y 300 a.C. Según los estudios preliminares, estos artefactos estarían relacionados con prácticas rituales vinculadas al culto a los ancestros.
El descubrimiento de Los Abuelos adquiere particular importancia en el contexto de la evolución de la civilización maya, que surgió hacia 2000 a.C. y vivió su apogeo entre los años 400 y 900 d.C., extendiéndose por territorios del sur de México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras. La riqueza arquitectónica y simbólica de Los Abuelos desafía las ideas previas sobre la organización sociopolítica y ceremonial de los primeros centros urbanos mayas en la región.

La ciudad debe su nombre a dos esculturas de aspecto humano halladas en el sitio.
Cabe destacar que este hallazgo ocurre poco tiempo después de otra revelación arqueológica relevante: en abril de 2025, un altar de 1,000 años de antigüedad fue descubierto en Tikal, evidenciando conexiones e intercambios entre la cultura maya y la antigua Teotihuacán, distantes entre sí por unos 1,300 kilómetros (800 millas).
Con este nuevo descubrimiento, la investigación arqueológica en Petén sigue aportando datos fundamentales para comprender la génesis y el desarrollo de una de las civilizaciones prehispánicas más complejas del continente americano.