Ciencia

Mosquitos genéticamente modificados de Oxitec buscan controlar la malaria en África ante incremento de casos y especies invasoras

Oxitec, empresa británica con sede cerca de Oxford, desarrolla mosquitos genéticamente modificados que portan un gen "autolimitante" diseñado para reducir las poblaciones de hembras adultas transmisoras de malaria y dengue, con liberaciones recientes en países africanos y el respaldo regulatorio de autoridades internacionales.

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Mosquitos genéticamente modificados de Oxitec buscan controlar la malaria en África ante incremento de casos y especies invasoras

Oxitec, empresa británica con sede cerca de Oxford, desarrolla mosquitos genéticamente modificados que portan un gen "autolimitante" diseñado para reducir las poblaciones de hembras adultas transmisoras de malaria y dengue, con liberaciones recientes en países africanos y el respaldo regulatorio de autoridades internacionales.

"Nuestra tecnología tiene el potencial de complementar las herramientas existentes en la lucha contra la malaria",

– Señaló Michal Bilski, líder del equipo de investigación de Oxitec.

6/5/2025

En el laboratorio de Oxitec, ubicado en un área industrial próxima a Oxford, se ha implementado un sistema de modificación genética en mosquitos enfocado en combatir la propagación de enfermedades como la malaria y el dengue. El proceso desarrollado por el equipo de investigación incluye la inyección de entre 50 y 100 huevos de mosquito con una mezcla de ADN utilizando microagujas, logrando una capacidad diaria de entre 500 y más de 1,000 huevos inyectados. Se estima que la tasa de supervivencia tras la modificación genética varía del 5% al 30%, tomando cerca de 14 días para que las larvas supervivientes se desarrollen en adultos.


El método de Oxitec implica la inclusión de un gen "autolimitante" que interviene en los procesos celulares normales de los mosquitos. Al cruzarse, solo los machos sobreviven a la etapa adulta y continúan diseminando el gen, mientras que las hembras mueren antes de alcanzar la madurez, interrumpiendo así el ciclo de transmisión de enfermedades, ya que únicamente las hembras pican y propagan los patógenos.


El programa se ha aplicado en países africanos como Djibouti, donde se liberaron decenas de miles de estos insectos modificados. Entre 2012 y 2020, el número de casos de malaria en ese país aumentó de 27 a más de 73,000, un incremento atribuido principalmente a la introducción de la especie invasora Anopheles stephensi. Esta especie, resistente a numerosos insecticidas y capaz de prosperar en entornos urbanos, ha sido detectada también en Etiopía, Sudán, Somalia, Kenia, Nigeria y Ghana. De acuerdo con estimaciones, la expansión sin control de Anopheles stephensi pondría en riesgo de malaria a 126 millones de personas adicionales en África.


Según el informe de la Organización Mundial de la Salud de 2023, la malaria afectó a unos 263 millones de personas en 83 países, ocasionando 597,000 decesos. África concentró el 94% de estos casos, y los menores de cinco años representaron el 76% de las muertes registradas.


Respecto a la seguridad del desarrollo de mosquitos GM, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han confirmado que no constituyen amenaza para humanos ni para el medio ambiente. A pesar de la liberación de estos mosquitos en Djibouti, los resultados científicos derivados aún no han sido publicados. El objetivo central de este enfoque consiste en complementar otras medidas de control, como el uso de mosquiteras e inyecciones profilácticas.


El financiamiento para este trabajo proviene mayoritariamente de donantes internacionales y filántropos, especialmente tras el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) durante la actual administración Trump, lo que ha influido en la dinámica del apoyo humanitario global.


El proyecto de Oxitec representa un avance biotecnológico que, respaldado por organismos regulatorios y apoyos filantrópicos, constituye un intento integral por reducir el impacto de la malaria que afecta principalmente al continente africano.

Algo Curioso

"Nuestra tecnología tiene el potencial de complementar las herramientas existentes en la lucha contra la malaria",

– Señaló Michal Bilski, líder del equipo de investigación de Oxitec.

May 6, 2025
Colglobal News

En el laboratorio de Oxitec, ubicado en un área industrial próxima a Oxford, se ha implementado un sistema de modificación genética en mosquitos enfocado en combatir la propagación de enfermedades como la malaria y el dengue. El proceso desarrollado por el equipo de investigación incluye la inyección de entre 50 y 100 huevos de mosquito con una mezcla de ADN utilizando microagujas, logrando una capacidad diaria de entre 500 y más de 1,000 huevos inyectados. Se estima que la tasa de supervivencia tras la modificación genética varía del 5% al 30%, tomando cerca de 14 días para que las larvas supervivientes se desarrollen en adultos.


El método de Oxitec implica la inclusión de un gen "autolimitante" que interviene en los procesos celulares normales de los mosquitos. Al cruzarse, solo los machos sobreviven a la etapa adulta y continúan diseminando el gen, mientras que las hembras mueren antes de alcanzar la madurez, interrumpiendo así el ciclo de transmisión de enfermedades, ya que únicamente las hembras pican y propagan los patógenos.


El programa se ha aplicado en países africanos como Djibouti, donde se liberaron decenas de miles de estos insectos modificados. Entre 2012 y 2020, el número de casos de malaria en ese país aumentó de 27 a más de 73,000, un incremento atribuido principalmente a la introducción de la especie invasora Anopheles stephensi. Esta especie, resistente a numerosos insecticidas y capaz de prosperar en entornos urbanos, ha sido detectada también en Etiopía, Sudán, Somalia, Kenia, Nigeria y Ghana. De acuerdo con estimaciones, la expansión sin control de Anopheles stephensi pondría en riesgo de malaria a 126 millones de personas adicionales en África.


Según el informe de la Organización Mundial de la Salud de 2023, la malaria afectó a unos 263 millones de personas en 83 países, ocasionando 597,000 decesos. África concentró el 94% de estos casos, y los menores de cinco años representaron el 76% de las muertes registradas.


Respecto a la seguridad del desarrollo de mosquitos GM, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han confirmado que no constituyen amenaza para humanos ni para el medio ambiente. A pesar de la liberación de estos mosquitos en Djibouti, los resultados científicos derivados aún no han sido publicados. El objetivo central de este enfoque consiste en complementar otras medidas de control, como el uso de mosquiteras e inyecciones profilácticas.


El financiamiento para este trabajo proviene mayoritariamente de donantes internacionales y filántropos, especialmente tras el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) durante la actual administración Trump, lo que ha influido en la dinámica del apoyo humanitario global.


El proyecto de Oxitec representa un avance biotecnológico que, respaldado por organismos regulatorios y apoyos filantrópicos, constituye un intento integral por reducir el impacto de la malaria que afecta principalmente al continente africano.

En el laboratorio de Oxitec, ubicado en un área industrial próxima a Oxford, se ha implementado un sistema de modificación genética en mosquitos enfocado en combatir la propagación de enfermedades como la malaria y el dengue. El proceso desarrollado por el equipo de investigación incluye la inyección de entre 50 y 100 huevos de mosquito con una mezcla de ADN utilizando microagujas, logrando una capacidad diaria de entre 500 y más de 1,000 huevos inyectados. Se estima que la tasa de supervivencia tras la modificación genética varía del 5% al 30%, tomando cerca de 14 días para que las larvas supervivientes se desarrollen en adultos.


El método de Oxitec implica la inclusión de un gen "autolimitante" que interviene en los procesos celulares normales de los mosquitos. Al cruzarse, solo los machos sobreviven a la etapa adulta y continúan diseminando el gen, mientras que las hembras mueren antes de alcanzar la madurez, interrumpiendo así el ciclo de transmisión de enfermedades, ya que únicamente las hembras pican y propagan los patógenos.


El programa se ha aplicado en países africanos como Djibouti, donde se liberaron decenas de miles de estos insectos modificados. Entre 2012 y 2020, el número de casos de malaria en ese país aumentó de 27 a más de 73,000, un incremento atribuido principalmente a la introducción de la especie invasora Anopheles stephensi. Esta especie, resistente a numerosos insecticidas y capaz de prosperar en entornos urbanos, ha sido detectada también en Etiopía, Sudán, Somalia, Kenia, Nigeria y Ghana. De acuerdo con estimaciones, la expansión sin control de Anopheles stephensi pondría en riesgo de malaria a 126 millones de personas adicionales en África.


Según el informe de la Organización Mundial de la Salud de 2023, la malaria afectó a unos 263 millones de personas en 83 países, ocasionando 597,000 decesos. África concentró el 94% de estos casos, y los menores de cinco años representaron el 76% de las muertes registradas.


Respecto a la seguridad del desarrollo de mosquitos GM, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han confirmado que no constituyen amenaza para humanos ni para el medio ambiente. A pesar de la liberación de estos mosquitos en Djibouti, los resultados científicos derivados aún no han sido publicados. El objetivo central de este enfoque consiste en complementar otras medidas de control, como el uso de mosquiteras e inyecciones profilácticas.


El financiamiento para este trabajo proviene mayoritariamente de donantes internacionales y filántropos, especialmente tras el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) durante la actual administración Trump, lo que ha influido en la dinámica del apoyo humanitario global.


El proyecto de Oxitec representa un avance biotecnológico que, respaldado por organismos regulatorios y apoyos filantrópicos, constituye un intento integral por reducir el impacto de la malaria que afecta principalmente al continente africano.

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