Investigaciones recientes han mostrado una tendencia alarmante en la que el agujero de ozono sobre la Antártida no solo persiste sino que se prolonga más allá de su período habitual, extendiéndose hasta bien entrado diciembre, coincidiendo con la temporada de cría de especies como las focas elefantes y los pingüinos. Este fenómeno, que antes se limitaba principalmente a los meses de primavera, ahora afecta significativamente a los ecosistemas durante el verano austral, una época crítica para la reproducción y el desarrollo de plantas y animales jóvenes.
La capa de ozono, que tradicionalmente ha protegido a la Tierra de la radiación ultravioleta perjudicial, ha sufrido daños extensos en las últimas décadas debido al uso de productos químicos como los clorofluorocarbonos (CFC). Aunque su uso ha sido ampliamente prohibido, las consecuencias de su larga vida útil continúan afectando la atmósfera. La persistencia del agujero de ozono ha resultado en duplicaciones del índice UV, alcanzando niveles que rara vez se observan en regiones polares, lo que podría tener efectos nocivos sobre la fauna local.
Por ejemplo, aunque los pingüinos y las focas cuentan con protecciones naturales contra el frío y, en cierto grado, contra la radiación UV, sus crías son mucho más vulnerables. Estudios sugieren que la exposición aumentada a la radiación UV puede resultar en tasas más altas de mortalidad infantil, además de posibles efectos a largo plazo en la capacidad de estas especies para reproducirse y sobrevivir en condiciones cambiantes.
Además, la reducción de la cobertura de hielo marino, otro efecto notable del cambio climático, ha disminuido las áreas seguras donde estas especies pueden refugiarse, exponiéndolas aún más a los peligros de la radiación UV. Esta situación es particularmente crítica para organismos como el fitoplancton y el krill, fundamentales en la cadena alimenticia antártica, que también sufren bajo estas nuevas condiciones ambientales al tener que adaptar sus ciclos de vida a la mayor presencia de luz ultravioleta.