El martes pasado, el mundo perdió a William Anders, un prominente astronauta de la NASA, a los 90 años en un trágico accidente aéreo. La fatalidad ocurrió cuando el avión que Anders pilotaba solo se estrelló en las aguas cerca de las islas San Juan en el estado de Washington. La noticia fue confirmada por su hijo, el teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea, Greg Anders. El momento ha dejado un vacío enorme en la comunidad científica y espacial, mientras la investigación de las causas del siniestro se encuentra en curso por parte de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA). William Anders es ampliamente recordado por su participación en la misión histórica Apollo 8, la primera vez que seres humanos orbitaron la luna. Durante ese viaje en diciembre de 1968, Anders capturó la icónica fotografía Earthrise, mostrando la Tierra emergiendo sobre el horizonte lunar y redefiniendo la percepción de nuestro planeta. Esta imagen no solo destacó por su belleza, sino también por su impacto en la conciencia ambiental, catalizando movimientos ecológicos globales y resaltando la fragilidad del planeta frente a los desafíos ambientales. Graduado de la Academia Naval de los Estados Unidos y retirado como Mayor General, Anders tuvo una sobresaliente carrera tanto en la milicia como en la exploración espacial. Además de sus contribuciones durante la misión Apollo 8, Anders sirvió como piloto de combate, ingeniero nuclear y administrador. Su visión y dedicación a la exploración y comprensión del cosmos dejaron una marca indeleble en la historia de la humanidad. Fue galardonado con numerosas distinciones a lo largo de su vida, incluidos el Distinguished Service Medal y el NASA Exceptional Service Medal, en reconocimiento a su impactante labor. Anders dedicó gran parte de su vida post-NASA a la promoción de la conciencia ambiental y la educación científica. Anders deja un legado monumental, sobrevivido por su esposa Valerie, seis hijos y 13 nietos. Su vida y trabajo continúan inspirando a generaciones de astronautas y científicos a seguir explorando y preservando nuestro planeta. Su fallecimiento es un recordatorio de la importancia de la seguridad y la precaución en todos los aspectos de la aviación y la exploración espacial. La comunidad espacial y el mundo entero lloran la pérdida de un pionero cuyo impacto perdurará a través de su fotografía emblemática y su contribución al entendimiento de la Tierra. La FAA y el NTSB siguen investigando activamente las causas del accidente aéreo que cobró la vida de Anders. Aunque su fallecimiento es una gran pérdida, su legado seguirá impulsando la admiración y el respeto por la Tierra y el espacio. "La fotografía Earthrise ha cambiado para siempre la percepción de la fragilidad de nuestro planeta", resaltó Anders en numerosas ocasiones al reflexionar sobre la importancia de su trabajo. Esta trágica pérdida reitera la necesidad de la mejora constante en los protocolos y medidas de seguridad en la aviación. Dato Curioso: {La fotografía Earthrise, tomada por William Anders durante el Apollo 8, se considera una de las imágenes más influyentes del siglo XX, habiendo sido utilizada en campañas ambientales y conservación a nivel global.