La Federación Mundial de Atletismo implementará un nuevo reglamento que obligará a todas las atletas que aspiren a competir en la categoría femenina de competiciones de clasificación mundial, como los Campeonatos del Mundo, a realizarse una única vez en la vida una prueba genética para detectar el gen SRY. Este gen, ubicado en el cromosoma Y, es considerado un marcador de características masculinas.
La verificación se realizará mediante un hisopo bucal o un análisis de sangre, eligiendo el método que resulte más conveniente para la atleta. Si la prueba detecta ausencia de cromosoma Y, la participante será admitida en la categoría femenina; si el resultado identifica la presencia de este cromosoma, no podrá competir en esa categoría ni en competencias de clasificación mundial, aunque sí podría participar en otras divisiones no femeninas.
Esta disposición responde a una revisión recomendada por un grupo de trabajo sobre atletas de género diverso, que, tras más de un año de análisis sobre las condiciones legales, científicas y sociales, sugirió la formalización de los objetivos de la categoría femenina y la introducción de un requisito de pre-autorización obligatorio para todas las atletas. Adicionalmente, el grupo abogó por una revisión de las regulaciones de elegibilidad, asegurando coherencia con los principios de equidad y competencia.
World Athletics, bajo la presidencia de Sebastian Coe, justificó la decisión en la necesidad de evitar un "techo de cristal biológico" y enfatizó que el criterio biológico debe prevalecer en la división femenina. La medida surge tras años de debate sobre la participación de atletas transgénero y aquellas con diferencias de desarrollo sexual (DSD). Actualmente, la federación prohíbe la participación de mujeres trans que hayan atravesado la pubertad masculina en pruebas femeninas y exige que las atletas con DSD mantengan bajos niveles de testosterona para acceder a las competencias.
Desde 2019, la atleta Caster Semenya, campeona olímpica y con DSD, permanece fuera de las competiciones mundiales ante la imposibilidad de cumplir con los requisitos regulatorios de testosterona. El 30 de julio de 2025, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (ECHR) confirmó una decisión judicial previa en la que consideró que la apelación de Semenya contra las restricciones de World Athletics no fue debidamente tramitada.
La aplicación de la nueva norma coincidirá con los próximos Campeonatos del Mundo, que se celebrarán en Tokio del 13 al 21 de septiembre de 2025, consolidando un cambio significativo en las reglas de elegibilidad deportiva internacional para atletas femeninas.