El proyecto Rhisotope, desarrollado por la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica, ha iniciado la aplicación de isótopos radiactivos en los cuernos de rinoceronte como estrategia para combatir la caza furtiva y el tráfico ilegal. Desde su lanzamiento, cinco rinocerontes han recibido inyecciones de isótopos radiactivos, continuando un programa que en 2024 ya realizó pruebas similares en aproximadamente 20 ejemplares en un santuario dedicado.
La presencia de estos isótopos, aun en dosis bajas, permite que los cuernos sean identificados mediante detectores de radiación en instalaciones aeroportuarias y fronterizas, y se ha utilizado esta tecnología para detener a traficantes y cazadores furtivos. Las pruebas han confirmado que la radiación emitida es suficiente para que los detectores la capten aun cuando los cuernos se transporten ocultos en contenedores de 40 pies.
Actualmente, la población global de rinocerontes es de alrededor de 27,000 animales, una marcada disminución frente a los aproximadamente 500,000 que existían a principios del siglo XX. En Sudáfrica reside la mayor parte de esos rinocerontes, con una cifra estimada en 16,000 individuos. No obstante, la nación enfrenta una intensa presión por caza furtiva, ya que cada año alrededor de 500 rinocerontes son asesinados para extraer sus cuernos y destinarlos al mercado negro.
El proyecto Rhisotope cuenta con la autorización de la Autoridad de Productos de Salud de Sudáfrica (SAHPRA) y la aprobación del comité de ética de investigación animal de la Universidad de Witwatersrand. Su objetivo principal es desincentivar la demanda de cuernos mediante la introducción de materiales radiactivos que faciliten la detección en frontera, exponiendo y haciendo procesables a redes de contrabando bajo normativas de anti-terrorismo.
Incluido en la iniciativa, un programa filantrópico promueve el apoyo comunitario y educativo, impulsando la formación de “campeones de rinoceronte” y el desarrollo de proyectos económicos basados en la conservación de ejemplares vivos. Esta aproximación científica y social representa un esfuerzo relevante para enfrentar la crisis de la caza furtiva mediante la aplicación de tecnologías nucleares en la conservación del rinoceronte.