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Alemania despide a Margot Friedländer, ícono de la memoria del Holocausto, fallecida a los 103 años en Berlín

Margot Friedländer, testigo clave de los crímenes nazis y figura emblemática en la lucha contra el antisemitismo en Alemania, murió el 9 de mayo de 2025 a los 103 años. Su funeral se celebró el 15 de mayo en el cementerio judío de Weissensee, Berlín, con la presencia de autoridades y líderes de la comunidad judía.

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Alemania despide a Margot Friedländer, ícono de la memoria del Holocausto, fallecida a los 103 años en Berlín

Margot Friedländer, testigo clave de los crímenes nazis y figura emblemática en la lucha contra el antisemitismo en Alemania, murió el 9 de mayo de 2025 a los 103 años. Su funeral se celebró el 15 de mayo en el cementerio judío de Weissensee, Berlín, con la presencia de autoridades y líderes de la comunidad judía.

"No hay sangre cristiana, ni sangre judía, ni sangre musulmana, solo hay sangre humana"

– Declaró Margot Friedländer en mensajes reiterados a lo largo de su vida.

15/5/2025

Margot Friedländer, sobreviviente del Holocausto y voz fundamental contra el olvido de los crímenes nazis en Alemania, falleció el 9 de mayo de 2025 a los 103 años. El sepelio tuvo lugar el 15 de mayo en Berlín y la enterraron en el cementerio judío de Weissensee, junto a sus abuelos. A la ceremonia asistieron figuras como la excanciller Angela Merkel, el jefe de Gobierno Friedrich Merz y el presidente federal Frank-Walter Steinmeier, así como destacados miembros de la comunidad judía en Berlín.


Friedländer fue deportada durante la Segunda Guerra Mundial al campo de concentración de Theresienstadt, en la antigua Checoslovaquia ocupada. Su familia fue asesinada en el campo de exterminio de Auschwitz. Tras el conflicto, emigró a Estados Unidos, donde se casó con su marido —a quien también conoció en Theresienstadt— y vivió hasta 2010. Ese año, cuando tenía 88 años, decidió regresar a la capital alemana.


En Alemania, Friedländer se consolidó como una de las testigos más reconocidas y activas en la esfera pública, llevando su testimonio a colegios y foros para advertir sobre el antisemitismo, el racismo y el nacionalismo. En su mensaje insistía en la igualdad humana, rechazando las diferencias de sangre por credo o religión. Publicó su autobiografía "Versuche, dein Leben zu machen" (Intenta hacer tu vida), alcanzando amplia notoriedad. En 2011, recibió la Cruz Federal al Mérito y, en 2018, la ciudadanía de honor de Berlín.


Friedländer dedicó sus últimos años a la educación y la memoria, especialmente ante el auge del antisemitismo en Alemania. En 2023, manifestó su decepción y preocupación ante este fenómeno creciente. Líderes como el rabino Jonah Sievers se refirieron a ella como “brújula moral” y “puente vivo entre el pasado y el presente”. Por su parte, Gideon Joffe, presidente de la comunidad judía berlinesa, subrayó la importancia de su vida como testimonio y símbolo de calidez y empatía.


La notable asistencia de altos representantes políticos en el funeral fue considerada un acto significativo en memoria de su compromiso con la humanidad y la lucha contra el odio, consolidando el legado de Friedländer como una referencia esencial de la educación, la convivencia y el recuerdo histórico en Alemania.

Algo Curioso

"No hay sangre cristiana, ni sangre judía, ni sangre musulmana, solo hay sangre humana"

– Declaró Margot Friedländer en mensajes reiterados a lo largo de su vida.

May 15, 2025
Colglobal News

Margot Friedländer, sobreviviente del Holocausto y voz fundamental contra el olvido de los crímenes nazis en Alemania, falleció el 9 de mayo de 2025 a los 103 años. El sepelio tuvo lugar el 15 de mayo en Berlín y la enterraron en el cementerio judío de Weissensee, junto a sus abuelos. A la ceremonia asistieron figuras como la excanciller Angela Merkel, el jefe de Gobierno Friedrich Merz y el presidente federal Frank-Walter Steinmeier, así como destacados miembros de la comunidad judía en Berlín.


Friedländer fue deportada durante la Segunda Guerra Mundial al campo de concentración de Theresienstadt, en la antigua Checoslovaquia ocupada. Su familia fue asesinada en el campo de exterminio de Auschwitz. Tras el conflicto, emigró a Estados Unidos, donde se casó con su marido —a quien también conoció en Theresienstadt— y vivió hasta 2010. Ese año, cuando tenía 88 años, decidió regresar a la capital alemana.


En Alemania, Friedländer se consolidó como una de las testigos más reconocidas y activas en la esfera pública, llevando su testimonio a colegios y foros para advertir sobre el antisemitismo, el racismo y el nacionalismo. En su mensaje insistía en la igualdad humana, rechazando las diferencias de sangre por credo o religión. Publicó su autobiografía "Versuche, dein Leben zu machen" (Intenta hacer tu vida), alcanzando amplia notoriedad. En 2011, recibió la Cruz Federal al Mérito y, en 2018, la ciudadanía de honor de Berlín.


Friedländer dedicó sus últimos años a la educación y la memoria, especialmente ante el auge del antisemitismo en Alemania. En 2023, manifestó su decepción y preocupación ante este fenómeno creciente. Líderes como el rabino Jonah Sievers se refirieron a ella como “brújula moral” y “puente vivo entre el pasado y el presente”. Por su parte, Gideon Joffe, presidente de la comunidad judía berlinesa, subrayó la importancia de su vida como testimonio y símbolo de calidez y empatía.


La notable asistencia de altos representantes políticos en el funeral fue considerada un acto significativo en memoria de su compromiso con la humanidad y la lucha contra el odio, consolidando el legado de Friedländer como una referencia esencial de la educación, la convivencia y el recuerdo histórico en Alemania.

Margot Friedländer, sobreviviente del Holocausto y voz fundamental contra el olvido de los crímenes nazis en Alemania, falleció el 9 de mayo de 2025 a los 103 años. El sepelio tuvo lugar el 15 de mayo en Berlín y la enterraron en el cementerio judío de Weissensee, junto a sus abuelos. A la ceremonia asistieron figuras como la excanciller Angela Merkel, el jefe de Gobierno Friedrich Merz y el presidente federal Frank-Walter Steinmeier, así como destacados miembros de la comunidad judía en Berlín.


Friedländer fue deportada durante la Segunda Guerra Mundial al campo de concentración de Theresienstadt, en la antigua Checoslovaquia ocupada. Su familia fue asesinada en el campo de exterminio de Auschwitz. Tras el conflicto, emigró a Estados Unidos, donde se casó con su marido —a quien también conoció en Theresienstadt— y vivió hasta 2010. Ese año, cuando tenía 88 años, decidió regresar a la capital alemana.


En Alemania, Friedländer se consolidó como una de las testigos más reconocidas y activas en la esfera pública, llevando su testimonio a colegios y foros para advertir sobre el antisemitismo, el racismo y el nacionalismo. En su mensaje insistía en la igualdad humana, rechazando las diferencias de sangre por credo o religión. Publicó su autobiografía "Versuche, dein Leben zu machen" (Intenta hacer tu vida), alcanzando amplia notoriedad. En 2011, recibió la Cruz Federal al Mérito y, en 2018, la ciudadanía de honor de Berlín.


Friedländer dedicó sus últimos años a la educación y la memoria, especialmente ante el auge del antisemitismo en Alemania. En 2023, manifestó su decepción y preocupación ante este fenómeno creciente. Líderes como el rabino Jonah Sievers se refirieron a ella como “brújula moral” y “puente vivo entre el pasado y el presente”. Por su parte, Gideon Joffe, presidente de la comunidad judía berlinesa, subrayó la importancia de su vida como testimonio y símbolo de calidez y empatía.


La notable asistencia de altos representantes políticos en el funeral fue considerada un acto significativo en memoria de su compromiso con la humanidad y la lucha contra el odio, consolidando el legado de Friedländer como una referencia esencial de la educación, la convivencia y el recuerdo histórico en Alemania.

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