La creciente preocupación por el impacto de los alimentos ultra-procesados (AUP) en la salud global ha llevado a la realización del estudio más grande hasta la fecha, publicado en el BMJ. Este estudio ha vinculado el consumo de AUP, como cereales azucarados, comidas listas para consumir y bebidas gaseosas, con 32 efectos perjudiciales para la salud. Los investigadores, utilizando datos de casi 10 millones de personas, encontraron evidencia convincente de que una mayor ingesta de AUP está asociada con un 50% de aumento en el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, un 12% más de riesgo de diabetes tipo 2, y un 48-53% más de riesgo de desarrollar ansiedad.
Las conclusiones de este análisis subrayan la necesidad urgente de políticas públicas que promuevan dietas más saludables y reduzcan la dependencia de los AUP. En países como el Reino Unido y Estados Unidos, más de la mitad de la dieta promedio ahora consiste en AUP, con cifras que ascienden hasta el 80% entre las poblaciones más jóvenes y de bajos ingresos. Este patrón alimenticio no solo implica un riesgo significativo para la salud individual, sino que también plantea desafíos considerables para los sistemas de salud pública.
![](https://cdn.prod.website-files.com/64f8b87070905fd5de9c8b97/65e679275641c9b75ff548ec_2.1%20(97)_11zon.webp)
A nivel nutricional, los AUP se caracterizan por su alto contenido en azúcares añadidos, grasas y sal, mientras que son bajos en vitaminas y fibra. Estos alimentos suelen someterse a procesos industriales múltiples y contener aditivos como colorantes, emulsionantes y conservantes, diseñados para mejorar su sabor, apariencia y vida útil. Sin embargo, estas características también contribuyen a sus efectos negativos en la salud, incluyendo un mayor riesgo de obesidad, trastornos del sueño, depresión y varios tipos de cáncer.
Los autores del estudio instan a los responsables políticos a tomar medidas como la implementación de etiquetas claras en el frente de los paquetes y políticas económicas que hagan los alimentos frescos y mínimamente procesados más accesibles y asequibles. Además, académicos vinculados al estudio han propuesto la necesidad de que agencias de la ONU, junto con los estados miembros, desarrollen y apliquen un marco convencional sobre los AUP similar al establecido para el tabaco, señalando la urgencia de abordar este problema a nivel global.