Dani Alves, el exdefensor del Barcelona y de la selección brasileña, ha sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión por un tribunal español, tras ser hallado culpable de violar a una mujer en un club nocturno de Barcelona en diciembre de 2022. Este caso se ha convertido en uno de los más sonados en el mundo del deporte, dada la prominencia y el éxito previo de Alves en el campo de fútbol. La condena se produce bajo una nueva ley de libertad sexual en España, que pone énfasis en la falta de consentimiento de la víctima como clave para determinar los delitos sexuales.
El tribunal también ordenó a Alves pagar 150,000 euros en compensación a la víctima, además de prohibirle acercarse a la vivienda o lugar de trabajo de la misma, y de comunicarse con ella por cualquier medio durante nueve años. La defensa de Alves, liderada por Inés Guardiola, ha expresado su desacuerdo con el veredicto y ha anunciado su intención de apelar, manteniendo la inocencia de Alves.
La víctima acusó a Alves de haberla violado en el baño de un club nocturno en la madrugada del 31 de diciembre de 2022. El tribunal consideró probado que la víctima no consintió el acto sexual y que existían pruebas, además del testimonio del acusado, que confirmaban la violación. Durante el juicio, que duró tres días este mes, Alves negó haber violado a la mujer, afirmando ante el tribunal "No soy ese tipo de hombre".
Los fiscales del estado habían solicitado una pena de prisión de nueve años para Alves, mientras que los abogados de la acusadora pedían doce años. La defensa solicitó su absolución o, en caso de ser hallado culpable, una condena de un año más 50,000 euros de compensación para la víctima. La sentencia de cuatro años y seis meses se sitúa cerca del mínimo para una condena por violación, que en el momento del delito estaba penalizada con cuatro a doce años bajo la ley española, modificada posteriormente a seis a doce años.