El estudio publicado en el British Journal of Psychiatry, que analizó datos de atención primaria de más de 30,000 adultos con TDAH en el Reino Unido y los comparó con más de 300,000 individuos sin dicho diagnóstico, ha presentado resultados preocupantes en cuanto a la expectativa de vida de las personas con TDAH.
Los hombres diagnosticados con TDAH tienen una expectativa de vida promedio de 73.26 años, mientras que los hombres sin el trastorno viven en promedio 80.03 años, lo que representa una reducción de aproximadamente 6.78 años. Por otro lado, las mujeres con TDAH tienen una expectativa de vida promedio de 75.15 años, en comparación con 83.79 años en mujeres sin el diagnóstico, una disminución de 8.64 años.
La tasa de mortalidad es significativamente mayor en aquellas personas con TDAH. Los hombres con TDAH son 1.89 veces más propensos a morir durante el periodo de seguimiento comparado con los hombres sin este trastorno. En el caso de las mujeres, la proporción es aún más elevada, siendo 2.13 veces más probable que fallezcan en comparación con sus contrapartes femeninas sin TDAH.
El estudio identificó varios factores que contribuyen a esta reducción en la expectativa de vida. Entre estos se encuentran ingresos más bajos, mayor prevalencia de consumo de tabaco, menor nivel de ejercicio, mala nutrición y comportamientos de riesgo en la conducción. Estos factores están frecuentemente asociados con la impulsividad característica de quienes padecen TDAH.
A pesar de los importantes hallazgos del estudio, solo el 0.32% de los adultos analizados fueron diagnosticados formalmente con TDAH. Esta cifra es significativamente más baja que la prevalencia mundial estimada para el trastorno, que se sitúa entre el 3 y el 4%.
Además de una reducción en la expectativa de vida, el estudio encontró que los adultos con TDAH tienen una mayor propensión a sufrir problemas de salud mental y física, con tasas más elevadas de suicidio y consumo de sustancias como alcohol y tabaco. La investigación señala que la reducción en la expectativa de vida no se debe directamente al TDAH, sino a factores de riesgo modificables y falta de acceso adecuado a atención médica.
Los resultados del estudio ponen de manifiesto la urgente necesidad de mejorar el diagnóstico y tratamiento del TDAH en adultos. Abordar los factores de riesgo asociados podría ser fundamental para aumentar la expectativa de vida en esta población.