Mundo

Eurodiputado francés exige la devolución de la Estatua de la Libertad por discrepancias políticas

Raphaël Glucksmann, eurodiputado del partido francés Place Publique, pidió a Estados Unidos devolver la emblemática Estatua de la Libertad, regalo que Francia hizo en 1886, acusando al país de haber renunciado a los valores que esta representa, en medio de críticas hacia la política exterior de la administración Trump.

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Eurodiputado francés exige la devolución de la Estatua de la Libertad por discrepancias políticas

Raphaël Glucksmann, eurodiputado del partido francés Place Publique, pidió a Estados Unidos devolver la emblemática Estatua de la Libertad, regalo que Francia hizo en 1886, acusando al país de haber renunciado a los valores que esta representa, en medio de críticas hacia la política exterior de la administración Trump.

“¡Devuélvanos la Estatua de la Libertad!”

– Expresó Raphaël Glucksmann, argumentando que EE.UU. ha “elegido el lado de los tiranos”.

18/3/2025

El 16 de marzo de 2025, el eurodiputado francés Raphaël Glucksmann causó polémica durante una convención de su partido, Place Publique, al exigir públicamente que Estados Unidos devolviera la Estatua de la Libertad. Glucksmann argumentó que Estados Unidos, bajo la administración Trump, ha traicionado los valores que llevaron a Francia a regalar el monumento, señalando en particular su política exterior en la guerra en Ucrania y los recortes a la investigación científica.

El político francés acusó a la administración estadounidense de alinearse con líderes tiránicos y despedir a investigadores clave en áreas como la salud y el cambio climático. En su vehemente discurso, Glucksmann afirmó: “Daremos la bienvenida a los estadounidenses que han elegido estar del lado de los tiranos, a los que han despedido investigadores por exigir libertad científica”.

El reclamo supone una crítica directa al simbolismo de la estatua, diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi como un símbolo de amistad entre las dos naciones y dedicada oficialmente el 28 de octubre de 1886. La Estatua de la Libertad, de 93 metros de altura (305 pies) y un peso de 204 toneladas (450,000 libras), contiene en su pedestal el emblemático poema “The New Colossus” de Emma Lazarus, que invita a los inmigrantes a buscar refugio en suelo estadounidense.


Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, respondió categóricamente rechazando la solicitud de Glucksmann, declarando que “absolutamente no” se devolverá la estatua. Además, subrayó la colaboración histórica entre Francia y Estados Unidos, destacando que Estados Unidos contribuyó significativamente en la liberación de Francia durante las guerras mundiales. Leavitt además puntualizó: “Es solo gracias a Estados Unidos que los franceses no están hablando alemán en este momento”.

El debate ha reavivado tensiones en las relaciones franco-estadounidenses. Glucksmann asegura que su petición es un llamado de atención sobre el rumbo que ha tomado Estados Unidos bajo la administración actual. No obstante, la solicitud tiene nulo sustento legal, ya que la Estatua de la Libertad es propiedad del gobierno de Estados Unidos y está catalogada como tesoro del patrimonio mundial por la UNESCO.

La estatua es, además, un ícono histórico en el contexto de los lazos bilaterales entre ambos países. Francia regaló esta pieza monumental para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Fue transportada en 350 piezas y ensamblada en Nueva York, donde ahora es visitada por millones de personas como símbolo de libertad y esperanza.

A pesar de las críticas, el gobierno de Estados Unidos ha señalado que no existe intención alguna de devolverla y que la postura de Glucksmann no refleja un consenso general en Francia. Las declaraciones del eurodiputado han generado comentarios diversos, tanto a favor como en contra, en el panorama político y en redes sociales.

La Estatua de la Libertad es una de las estructuras más visitadas del mundo, atrayendo aproximadamente 4.5 millones de turistas cada año, un reflejo de su relevancia como símbolo global de libertad y democracia.

Algo Curioso

“¡Devuélvanos la Estatua de la Libertad!”

– Expresó Raphaël Glucksmann, argumentando que EE.UU. ha “elegido el lado de los tiranos”.

Mar 18, 2025
Colglobal News

El 16 de marzo de 2025, el eurodiputado francés Raphaël Glucksmann causó polémica durante una convención de su partido, Place Publique, al exigir públicamente que Estados Unidos devolviera la Estatua de la Libertad. Glucksmann argumentó que Estados Unidos, bajo la administración Trump, ha traicionado los valores que llevaron a Francia a regalar el monumento, señalando en particular su política exterior en la guerra en Ucrania y los recortes a la investigación científica.

El político francés acusó a la administración estadounidense de alinearse con líderes tiránicos y despedir a investigadores clave en áreas como la salud y el cambio climático. En su vehemente discurso, Glucksmann afirmó: “Daremos la bienvenida a los estadounidenses que han elegido estar del lado de los tiranos, a los que han despedido investigadores por exigir libertad científica”.

El reclamo supone una crítica directa al simbolismo de la estatua, diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi como un símbolo de amistad entre las dos naciones y dedicada oficialmente el 28 de octubre de 1886. La Estatua de la Libertad, de 93 metros de altura (305 pies) y un peso de 204 toneladas (450,000 libras), contiene en su pedestal el emblemático poema “The New Colossus” de Emma Lazarus, que invita a los inmigrantes a buscar refugio en suelo estadounidense.


Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, respondió categóricamente rechazando la solicitud de Glucksmann, declarando que “absolutamente no” se devolverá la estatua. Además, subrayó la colaboración histórica entre Francia y Estados Unidos, destacando que Estados Unidos contribuyó significativamente en la liberación de Francia durante las guerras mundiales. Leavitt además puntualizó: “Es solo gracias a Estados Unidos que los franceses no están hablando alemán en este momento”.

El debate ha reavivado tensiones en las relaciones franco-estadounidenses. Glucksmann asegura que su petición es un llamado de atención sobre el rumbo que ha tomado Estados Unidos bajo la administración actual. No obstante, la solicitud tiene nulo sustento legal, ya que la Estatua de la Libertad es propiedad del gobierno de Estados Unidos y está catalogada como tesoro del patrimonio mundial por la UNESCO.

La estatua es, además, un ícono histórico en el contexto de los lazos bilaterales entre ambos países. Francia regaló esta pieza monumental para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Fue transportada en 350 piezas y ensamblada en Nueva York, donde ahora es visitada por millones de personas como símbolo de libertad y esperanza.

A pesar de las críticas, el gobierno de Estados Unidos ha señalado que no existe intención alguna de devolverla y que la postura de Glucksmann no refleja un consenso general en Francia. Las declaraciones del eurodiputado han generado comentarios diversos, tanto a favor como en contra, en el panorama político y en redes sociales.

La Estatua de la Libertad es una de las estructuras más visitadas del mundo, atrayendo aproximadamente 4.5 millones de turistas cada año, un reflejo de su relevancia como símbolo global de libertad y democracia.

El 16 de marzo de 2025, el eurodiputado francés Raphaël Glucksmann causó polémica durante una convención de su partido, Place Publique, al exigir públicamente que Estados Unidos devolviera la Estatua de la Libertad. Glucksmann argumentó que Estados Unidos, bajo la administración Trump, ha traicionado los valores que llevaron a Francia a regalar el monumento, señalando en particular su política exterior en la guerra en Ucrania y los recortes a la investigación científica.

El político francés acusó a la administración estadounidense de alinearse con líderes tiránicos y despedir a investigadores clave en áreas como la salud y el cambio climático. En su vehemente discurso, Glucksmann afirmó: “Daremos la bienvenida a los estadounidenses que han elegido estar del lado de los tiranos, a los que han despedido investigadores por exigir libertad científica”.

El reclamo supone una crítica directa al simbolismo de la estatua, diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi como un símbolo de amistad entre las dos naciones y dedicada oficialmente el 28 de octubre de 1886. La Estatua de la Libertad, de 93 metros de altura (305 pies) y un peso de 204 toneladas (450,000 libras), contiene en su pedestal el emblemático poema “The New Colossus” de Emma Lazarus, que invita a los inmigrantes a buscar refugio en suelo estadounidense.


Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, respondió categóricamente rechazando la solicitud de Glucksmann, declarando que “absolutamente no” se devolverá la estatua. Además, subrayó la colaboración histórica entre Francia y Estados Unidos, destacando que Estados Unidos contribuyó significativamente en la liberación de Francia durante las guerras mundiales. Leavitt además puntualizó: “Es solo gracias a Estados Unidos que los franceses no están hablando alemán en este momento”.

El debate ha reavivado tensiones en las relaciones franco-estadounidenses. Glucksmann asegura que su petición es un llamado de atención sobre el rumbo que ha tomado Estados Unidos bajo la administración actual. No obstante, la solicitud tiene nulo sustento legal, ya que la Estatua de la Libertad es propiedad del gobierno de Estados Unidos y está catalogada como tesoro del patrimonio mundial por la UNESCO.

La estatua es, además, un ícono histórico en el contexto de los lazos bilaterales entre ambos países. Francia regaló esta pieza monumental para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Fue transportada en 350 piezas y ensamblada en Nueva York, donde ahora es visitada por millones de personas como símbolo de libertad y esperanza.

A pesar de las críticas, el gobierno de Estados Unidos ha señalado que no existe intención alguna de devolverla y que la postura de Glucksmann no refleja un consenso general en Francia. Las declaraciones del eurodiputado han generado comentarios diversos, tanto a favor como en contra, en el panorama político y en redes sociales.

La Estatua de la Libertad es una de las estructuras más visitadas del mundo, atrayendo aproximadamente 4.5 millones de turistas cada año, un reflejo de su relevancia como símbolo global de libertad y democracia.

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