Una investigación realizada por Arab Reporters for Investigative Journalism (ARIJ) en colaboración con The Guardian revela que el ejército de Israel obtiene el 99% de los aproximadamente 70 perros militares que compra anualmente de empresas europeas, según confirmaron comandantes de la unidad canina Oketz el año pasado. Estas cifras fueron suministradas al investigador de guerra urbana John Spencer y no fueron refutadas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) al ser consultadas. La mayoría de los caninos proviene de países como Países Bajos y Alemania, según documentos oficiales y certificados veterinarios, además de exportaciones registradas desde el Reino Unido, Bélgica y República Checa.
La investigación señala que estos perros, en su mayoría pastores belgas malinois y pastores alemanes, son fundamentalmente empleados en labores operativas de Oketz, la unidad canina de élite israelí. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos señalan un aumento en el uso de estos perros en operaciones dentro de Gaza y Cisjordania para atacar, aterrorizar y humillar a civiles, lo que ha producido un número significativo de heridos y muertes.
Entre los casos documentados por Euro Med Human Rights Monitor desde octubre de 2023 se han registrado 146 incidentes de ataques de perros contra civiles palestinos por parte del ejército israelí. En Cisjordania, Al-Haq reportó 18 casos similares en el mismo período, incluyendo ataques a niños.
La investigación expone el caso de Ibrahim Hashash, un niño de tres años que fue atacado en febrero de 2023 en el campo de refugiados de Balata cuando un perro sin bozal irrumpió al interior de su casa acompañado de soldados israelíes, causándole heridas extensas que requirieron 42 puntos de sutura y 21 inyecciones tras sufrir una infección por mordeduras. Otro caso registrado ocurrió en julio de 2024, cuando Muhammed Bhar, un joven con síndrome de Down y autismo, murió tras un ataque canino en Shejaiya, Ciudad de Gaza.
El proceso de exportación se realiza sin exigencia de licencias ni de registro de finalidad, ya que la legislación de la Unión Europea no considera a estos animales como armas estratégicas o de doble uso. Según el think tank Somo, la autoridad neerlandesa NVWA emitió 110 certificados veterinarios para exportación de perros a Israel entre octubre de 2023 y febrero de 2025, de los cuales 100 correspondían a la empresa Four Winds K9 de Países Bajos, dedicada al adiestramiento canino policial y militar. La empresa alemana Diensthunde.eu confirmó envíos de pastores belgas malinois y pastores alemanes entre 2020 y 2024, subrayando que los caninos solo se destinaban a detección de explosivos y narcóticos, y no para fines ofensivos o de protección, en conformidad con la ley alemana.
La Agencia de Sanidad Animal y Vegetal del Reino Unido comunicó la exportación de 294 perros a Israel entre febrero de 2022 y diciembre de 2024 bajo la categoría de mascotas, sin registrar raza ni propósito. Bélgica y República Checa tampoco mantienen registros sobre el tipo o adiestramiento de los ejemplares exportados. La Comisión Europea declaró no poseer datos sobre exportaciones de perros militares a Israel.
Organizaciones y expertos en bienestar animal han calificado el uso de perros para atacar civiles como una violación moral. Según el Dr. Jonathan Balcombe, los perros son "animales sociales por naturaleza" y "no eligen pelear; se convierten en víctimas de conflictos que no comprenden".
El empleo de perros militares se extiende también a escenarios de detención: la ONU considera que su utilización contra prisioneros palestinos constituye una violación del derecho internacional de los derechos humanos. Médicos por los Derechos Humanos y testimonios de exdetenidos refieren que los perros han sido instruidos para morder, maltratar y humillar a prisioneros, incluyendo actos como orinar y defecar sobre ellos.
El costo para los propios animales también es elevado: en enero de 2025, fuentes militares israelíes reconocieron la muerte de 42 perros de la unidad Oketz desde el inicio de la guerra en Gaza, aunque estas cifras han desaparecido de referencias públicas en línea.
Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional urgen la inclusión del uso de perros de ataque en los tratados y controles legales relativos al comercio de armas convencionales, con el fin de evitar su utilización en violaciones de derechos humanos.
Por su parte, las FDI afirman operar "de conformidad con la ética operativa y el derecho internacional", asegurando que la utilización de perros se basa únicamente en operativos específicos y bajo estricta supervisión, negando que estos animales sean empleados con fines punitivos o para atacar a la población civil. También sostienen que se pone especial cuidado en el bienestar de los perros involucrados en sus operaciones.
La controversia internacional se mantiene latente mientras persiste la exportación de perros militares europeos a Israel y su despliegue en contextos de conflicto documentados por fuentes periodísticas y organismos de derechos humanos.