El 5 de mayo de 2025 se celebró en la Universidad de la Sorbona, París, la conferencia "Elige Europa para la Ciencia", presidida por el presidente francés Emmanuel Macron y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El evento fue convocado para atraer a investigadores estadounidenses que perciben amenazas contra la libertad académica y enfrentan recortes presupuestales en su país debido a las políticas de la administración de Donald Trump.
Durante la conferencia, Ursula von der Leyen anunció la creación de un paquete de incentivos por 500 millones de euros, disponible entre 2025 y 2027, orientado a fortalecer la capacidad de Europa para atraer y retener a científicos internacionales. Este esfuerzo forma parte de una estrategia de inversión ampliada en ciencia y tecnología dentro de la Unión Europea. A esta iniciativa se suma el compromiso de Francia, que dedicará 100 millones de euros adicionales a atraer talento científico procedente del extranjero, según confirmó Macron, quien también adelantó la presentación de nuevas propuestas para incrementar la inversión en el sector de la investigación.
El encuentro se celebró en un contexto marcado por la preocupación internacional tras amenazas de recortes masivos en la financiación federal a universidades y centros de investigación en Estados Unidos. Macron cuestionó abiertamente estas políticas, calificándolas de “diktat” y señalando que restringen la libertad de la investigación científica.
La Unión Europea y Francia han determinado áreas prioritarias para este impulso, como la salud, el clima, la biodiversidad, la inteligencia artificial y el espacio, sectores que centrarán las inversiones y programas de desarrollo europeos. En apoyo a estos objetivos, instituciones como la Universidad de Aix-Marsella han implementado proyectos de acogida, como “Safe Place for Science”, que ha recibido un volumen considerable de solicitudes de académicos estadounidenses. El Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) ha puesto en marcha acciones para captar a científicos cuyas trayectorias están afectadas por las actuales condiciones en EE. UU.
No obstante, persisten retos en Europa para alcanzar la competitividad respecto a la investigación en Estados Unidos, especialmente en términos de salarios y estabilidad laboral. Los científicos que desarrollan su labor en Francia suelen percibir menores remuneraciones y enfrentan contratos con menor seguridad.
En la conferencia participaron representantes de los 27 estados miembros de la UE, así como científicos y académicos de Noruega, Reino Unido y Suiza, evidenciando el carácter internacional de la convocatoria y el interés común por fortalecer la libertad académica en Europa.
La suma de un paquete de incentivos de 500 millones de euros y el compromiso francés de invertir 100 millones de euros adicionales refleja una respuesta coordinada para posicionar a Europa como destino de referencia global para el desarrollo científico frente al entorno restrictivo que enfrentan algunos investigadores en Estados Unidos.