Científicos de la Universidad de Maryland han bioingenierizado el hongo Metarhizium para que produzca neurotoxinas específicas dirigidas a los mosquitos Anopheles, responsables de la propagación de la malaria. El método consiste en aplicar esporas del hongo transgénico a machos de mosquito, que, tras la exposición, pueden transmitir la infección a las hembras mediante el apareamiento durante un periodo de hasta 24 horas.
Las pruebas de campo realizadas en Burkina Faso arrojaron que el 90% de las hembras que se aparearon con machos infectados murieron en las dos semanas siguientes, frente a solo un 4% de mortalidad en el grupo control que no estuvo expuesto al hongo modificado. En condiciones de laboratorio, el 89,33% de las hembras que se aparearon con machos portadores del hongo transgénico murieron, en comparación con el 68% cuando los machos portaban la versión silvestre del hongo.
El hongo modificado ha demostrado ser letal solo para los mosquitos, sin provocar efectos adversos en humanos, y no interfiere con el comportamiento de apareamiento, lo que asegura la propagación eficaz de la infección entre las poblaciones objetivo. Este enfoque destaca frente a los pesticidas convencionales, ya que el hongo utiliza los hábitos naturales de reproducción de los insectos, mientras que los pesticidas han visto disminuir su eficacia debido a la resistencia creciente de los mosquitos.
La publicación indica además que incluso una sola espora del hongo transgénico puede ser suficiente para eliminar a un mosquito hembra, y detalla mediciones precisas de inoculación —porcentaje de individuos con esporas en la cutícula— y las correspondientes curvas de mortalidad en los experimentos.
La investigación responde a la necesidad de estrategias innovadoras en el control de la malaria debido a la persistente resistencia a los insecticidas y antimaláricos en los vectores y parásitos, respectivamente. Los científicos sugieren que la aplicación combinada del hongo con otras técnicas, como la Técnica del Insecto Estéril (SIT), podría potenciar la efectividad de los programas de control de vectores.