El accidente del vuelo AI171 de Air India tuvo lugar la mañana del 12 de junio de 2025, cuando la aeronave Boeing 787 Dreamliner se precipitó minutos después de salir del Aeropuerto Internacional Sardar Vallabhbhai Patel, en Ahmedabad, India. El impacto ocurrió sobre un albergue estudiantil cercano al aeropuerto. A bordo del avión viajaban 242 personas, de las cuales 241 perdieron la vida y solo un pasajero logró sobrevivir. Entre los ocupantes, se identificaron 169 ciudadanos indios, 53 británicos, 7 portugueses y 1 canadiense.
La empresa Air India, junto con su matriz Tata Group, anunció una compensación de ₹1 crore (10 millones de rupias, equivalentes a unos $116,000 dólares estadounidenses) para cada una de las familias de las víctimas mortales. Además, se estableció un pago interino de ₹25 lakh (2,5 millones de rupias, aproximadamente $30,000 dólares) dirigido a los familiares de los fallecidos y al único sobreviviente para cubrir sus necesidades económicas inmediatas. Air India también cubrirá todos los gastos médicos derivados para las personas heridas, incluyendo a los estudiantes que se encontraban en el albergue del B.J. Medical College afectado por el accidente.
Se instalaron centros de asistencia en Ahmedabad, Mumbai, Delhi y Gatwick para ofrecer ayuda directa a las familias de los pasajeros y miembros de la tripulación. Como parte de la respuesta al accidente, la aerolínea movilizó a más de 100 cuidadores y 40 ingenieros a Ahmedabad, colaborando con las autoridades tanto en el apoyo a los afectados como en la indagatoria de las causas del siniestro. Desde su cuenta oficial en X (antes Twitter), Air India ha emitido comunicaciones frecuentes para mantener al público informado y combatir la desinformación en torno al caso.
Las investigaciones preliminares se centran en una posible falla de mantenimiento, problemas con el tren de aterrizaje y en el sistema de flaps. Las autoridades lograron recuperar la caja negra del avión, aunque el grabador de voz de la cabina permanece extraviado. Un video de CCTV evidencia que el aparato comenzó a descender apenas 17 segundos tras el despegue, y hasta el momento del choque, el tren de aterrizaje seguía extendido y no se detectaron llamas en los motores.
En el ámbito regulatorio, la Dirección General de Aviación Civil de India dispuso inspecciones obligatorias en todos los aviones Boeing 787-8 y 787-9 operados en el país, con especial atención a los motores GEnx instalados en estas aeronaves. Para determinar con precisión las causas del accidente, se conformó un comité independiente de alto nivel, que debe presentar un informe en un plazo de tres meses.
El siniestro del vuelo AI171 se cuenta entre los más mortales en la historia de la aviación india, y tanto la reacción de Air India como la del grupo Tata han incluido medidas de apoyo humanitario y el refuerzo de la transparencia en el proceso de investigación.