Irán ha emitido públicamente una amenaza dirigida a Estados Unidos, Reino Unido y Francia, indicando que atacará sus bases militares y navales si intervienen para bloquear los ataques de represalia iraníes contra Israel. La advertencia fue difundida el sábado a través de medios estatales, en un contexto de intensificación del conflicto tras los recientes ataques israelíes a instalaciones militares y nucleares iraníes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que el país apoyará la defensa de Israel. Fuentes estadounidenses informaron que personal militar ya ha colaborado en la interceptación de misiles y drones iraníes dirigidos hacia territorio israelí. Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró que su país también respaldará a Israel ante las represalias iraníes. El gobierno británico, no obstante, afirmó que no ha brindado apoyo militar al gobierno israelí y el primer ministro Keir Starmer hizo un llamado a la desescalada.
El sábado, fuerzas israelíes realizaron decenas de bombardeos sobre Teherán y otras localidades, atacando defensas aéreas y objetivos considerados estratégicos. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), un total de 150 objetivos iraníes han sido atacados con cientos de municiones desde el inicio de la escalada. Un funcionario militar israelí aseguró que las defensas aéreas de Teherán habían sido "prácticamente suprimidas" y que "la ruta aérea a Teherán está prácticamente despejada".
Irán respondió con el lanzamiento de aproximadamente 200 misiles balísticos y una cantidad superior de drones hacia Israel. La mayoría habrían sido interceptados, según las FDI, pero ataques individuales causaron la muerte de al menos tres personas en Israel, con decenas de heridos y graves daños materiales. En Cisjordania, un misil lanzado desde Yemen, aliado iraní, mató a cinco palestinos, incluidos tres niños, de acuerdo con la Media Luna Roja Palestina.
En Irán, el enviado ante la ONU, Amir Saeid Iravani, informó que al menos 78 personas murieron y más de 320 resultaron heridas, la mayoría civiles, durante los ataques israelíes. Entre los fallecidos están varios altos mandos militares y nueve científicos nucleares, según el propio gobierno iraní. Medios estatales señalaron que un ataque aéreo sobre un complejo residencial en Teherán dejó 60 muertos, entre ellos 20 niños.
Las instalaciones nucleares iraníes han sido un objetivo central en los ataques israelíes, especialmente la planta de Natanz y la de Isfahán. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó daños en la superficie de la planta de Natanz y registró contaminación radiactiva y química controlable, sin incrementos de radiación en áreas circundantes. El organismo recordó que atacar instalaciones nucleares viola la Carta de las Naciones Unidas y puede ocasionar "liberaciones radiactivas con graves consecuencias".
Israel justifica su ofensiva asegurando que Irán avanza rápidamente en la fabricación de una bomba nuclear, específicamente en el ensamblaje de ojivas y mecanismos explosivos, una afirmación que no ha sido respaldada por inteligencia estadounidense ni por el OIEA. Un oficial israelí detalló que algunos de estos trabajos se llevan a cabo en Isfahán.
El conflicto ha provocado también cortes de comunicación en Gaza, dificultando la confirmación de los informes sobre disparos contra civiles durante la distribución de ayuda humanitaria en los últimos tres días.
Previo a la ofensiva israelí, representantes de Irán y Estados Unidos tenían prevista una reunión en Omán para tratar de reactivar el diálogo sobre el programa nuclear iraní. Tras los ataques, el portavoz de Exteriores iraní, Esmail Baghaei, calificó las negociaciones de "insensatas", sin confirmar su cancelación.
Durante la sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el director general del OIEA, Rafael Grossi, alertó sobre los riesgos de ataques contra instalaciones nucleares iraníes. Por su parte, el presidente Donald Trump aseguró haber estado informado de los planes israelíes y calificó el ataque sobre Irán como "excelente". Medios estadounidenses reportaron que Washington proporcionó inteligencia clave y manifestó su disposición a asistir a Israel cuando fuera requerido.
El conflicto, denominado por Israel como operación León Ascendente, sigue escalando. El jefe recién designado de la Guardia Revolucionaria iraní, Mohammad Pakpour, prometió abrir "las puertas del infierno" en respuesta a futuras acciones israelíes. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció nuevos ataques y el líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, advirtió que Israel enfrentará la ruina.
La comunidad internacional permanece alerta ante el riesgo de expansión del conflicto, mientras continúan los ataques y las advertencias cruzadas.