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Israel Anuncia la Muerte del Principal Comandante de Hezbolá en un Ataque Aéreo en el Sur de Beirut

El ataque aéreo llevado a cabo por Israel en un suburbio del sur de Beirut el 30 de julio de 2024, dejó un saldo de tres muertos y 74 heridos. El ataque tenía como objetivo a Fuad Shukur, alto comandante militar de Hezbollah, en represalia por un ataque con cohetes que mató a 12 niños en los Altos del Golán.

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Israel Anuncia la Muerte del Principal Comandante de Hezbolá en un Ataque Aéreo en el Sur de Beirut

El ataque aéreo llevado a cabo por Israel en un suburbio del sur de Beirut el 30 de julio de 2024, dejó un saldo de tres muertos y 74 heridos. El ataque tenía como objetivo a Fuad Shukur, alto comandante militar de Hezbollah, en represalia por un ataque con cohetes que mató a 12 niños en los Altos del Golán.

"Este acto es un claro crimen de guerra, realizado a pocos metros de uno de los hospitales más grandes del país"

- Denunció el primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati.

30/7/2024

Israel lanzó un ataque aéreo sobre el suburbio de Haret Hreik, en el sur de Beirut, con el objetivo de asesinar a Fuad Shukur, un alto comandante militar de Hezbollah. Según afirmaciones israelíes, Shukur, conocido también como Hajj Mohsin, era mano derecha del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y tenía una recompensa de 5 millones de dólares sobre su cabeza por su implicación en el atentado de 1983 contra un cuartel de marines estadounidenses en Beirut.

El ataque, que aconteció poco después del atardecer, impactó un edificio de apartamentos, causando una explosión que resonó en toda la ciudad. El Ministerio de Salud de Líbano confirmó que tres personas, incluyendo dos niños, murieron y 74 resultaron heridas en el incidente. Los tres pisos superiores del edificio colapsaron, y las labores de rescate se prolongaron durante la noche en búsqueda de posibles sobrevivientes atrapados entre los escombros.

El contexto de la agresión israelí fue un ataque previo con cohetes que dejó 12 niños muertos en un partido de fútbol en los Altos del Golán, atribuido a Hezbollah. Este ataque aéreo es uno de los eventos más significativos en Beirut desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah y ha intensificado notablemente las tensiones en la región.

El ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Abdallah Bou Habib, expresó su consternación por el ataque, dado que se había comunicado que la respuesta israelí sería limitada y no generaría una confrontación mayor. Ante esto, Líbano pretende presentar una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU, y pidió a Hezbollah que respondiera de manera proporcional.

Por otro lado, el portavoz militar israelí, R Adm Daniel Hagari, defendió el ataque, argumentando que Israel no tolerará ataques terroristas contra sus civiles y está preparado para cualquier escenario, aunque prefiere evitar una guerra de mayor escala.

El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, condenó enérgicamente el ataque, calificándolo como un "acto criminal" y destacando que se realizó muy cerca de uno de los principales hospitales del país. En contraste, Hezbollah no ha confirmado la muerte de Shukur, y algunas fuentes dentro de la organización sugieren que sobrevivió al ataque.

Tras la agresión, la situación en Beirut se tornó tensa. Los residentes comenzaron a evacuar la zona y se registraron largas filas en las estaciones de gasolina, motivadas por el temor a nuevos ataques.

El ataque ha generado diversas reacciones internacionales. Rusia condenó la acción israelí, calificándola como una violación del derecho internacional. Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que no consideran inevitable una guerra entre Hezbollah e Israel, subrayando la necesidad de evitar una escalada de violencia.

Además, países como Reino Unido, Alemania y Francia han advertido a sus ciudadanos que abandonen Líbano o eviten viajar al país debido a la creciente tensión en la región. Este evento subraya un aumento en las hostilidades y la volatilidad entre Israel y Hezbollah, marcando un nuevo capítulo en el complejo escenario geopolítico de la región.Fuad Shukur alias Hajj Mohsin, quien era el objetivo del ataque aéreo israelí, tenía una recompensa de 5 millones de dólares por su captura, debido a su supuesta implicación en el atentado de 1983 contra un cuartel de marines estadounidenses en Beirut.

Algo Curioso

"Este acto es un claro crimen de guerra, realizado a pocos metros de uno de los hospitales más grandes del país"

- Denunció el primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati.

Jul 30, 2024
Colglobal News

Israel lanzó un ataque aéreo sobre el suburbio de Haret Hreik, en el sur de Beirut, con el objetivo de asesinar a Fuad Shukur, un alto comandante militar de Hezbollah. Según afirmaciones israelíes, Shukur, conocido también como Hajj Mohsin, era mano derecha del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y tenía una recompensa de 5 millones de dólares sobre su cabeza por su implicación en el atentado de 1983 contra un cuartel de marines estadounidenses en Beirut.

El ataque, que aconteció poco después del atardecer, impactó un edificio de apartamentos, causando una explosión que resonó en toda la ciudad. El Ministerio de Salud de Líbano confirmó que tres personas, incluyendo dos niños, murieron y 74 resultaron heridas en el incidente. Los tres pisos superiores del edificio colapsaron, y las labores de rescate se prolongaron durante la noche en búsqueda de posibles sobrevivientes atrapados entre los escombros.

El contexto de la agresión israelí fue un ataque previo con cohetes que dejó 12 niños muertos en un partido de fútbol en los Altos del Golán, atribuido a Hezbollah. Este ataque aéreo es uno de los eventos más significativos en Beirut desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah y ha intensificado notablemente las tensiones en la región.

El ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Abdallah Bou Habib, expresó su consternación por el ataque, dado que se había comunicado que la respuesta israelí sería limitada y no generaría una confrontación mayor. Ante esto, Líbano pretende presentar una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU, y pidió a Hezbollah que respondiera de manera proporcional.

Por otro lado, el portavoz militar israelí, R Adm Daniel Hagari, defendió el ataque, argumentando que Israel no tolerará ataques terroristas contra sus civiles y está preparado para cualquier escenario, aunque prefiere evitar una guerra de mayor escala.

El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, condenó enérgicamente el ataque, calificándolo como un "acto criminal" y destacando que se realizó muy cerca de uno de los principales hospitales del país. En contraste, Hezbollah no ha confirmado la muerte de Shukur, y algunas fuentes dentro de la organización sugieren que sobrevivió al ataque.

Tras la agresión, la situación en Beirut se tornó tensa. Los residentes comenzaron a evacuar la zona y se registraron largas filas en las estaciones de gasolina, motivadas por el temor a nuevos ataques.

El ataque ha generado diversas reacciones internacionales. Rusia condenó la acción israelí, calificándola como una violación del derecho internacional. Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que no consideran inevitable una guerra entre Hezbollah e Israel, subrayando la necesidad de evitar una escalada de violencia.

Además, países como Reino Unido, Alemania y Francia han advertido a sus ciudadanos que abandonen Líbano o eviten viajar al país debido a la creciente tensión en la región. Este evento subraya un aumento en las hostilidades y la volatilidad entre Israel y Hezbollah, marcando un nuevo capítulo en el complejo escenario geopolítico de la región.Fuad Shukur alias Hajj Mohsin, quien era el objetivo del ataque aéreo israelí, tenía una recompensa de 5 millones de dólares por su captura, debido a su supuesta implicación en el atentado de 1983 contra un cuartel de marines estadounidenses en Beirut.

Israel lanzó un ataque aéreo sobre el suburbio de Haret Hreik, en el sur de Beirut, con el objetivo de asesinar a Fuad Shukur, un alto comandante militar de Hezbollah. Según afirmaciones israelíes, Shukur, conocido también como Hajj Mohsin, era mano derecha del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y tenía una recompensa de 5 millones de dólares sobre su cabeza por su implicación en el atentado de 1983 contra un cuartel de marines estadounidenses en Beirut.

El ataque, que aconteció poco después del atardecer, impactó un edificio de apartamentos, causando una explosión que resonó en toda la ciudad. El Ministerio de Salud de Líbano confirmó que tres personas, incluyendo dos niños, murieron y 74 resultaron heridas en el incidente. Los tres pisos superiores del edificio colapsaron, y las labores de rescate se prolongaron durante la noche en búsqueda de posibles sobrevivientes atrapados entre los escombros.

El contexto de la agresión israelí fue un ataque previo con cohetes que dejó 12 niños muertos en un partido de fútbol en los Altos del Golán, atribuido a Hezbollah. Este ataque aéreo es uno de los eventos más significativos en Beirut desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah y ha intensificado notablemente las tensiones en la región.

El ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Abdallah Bou Habib, expresó su consternación por el ataque, dado que se había comunicado que la respuesta israelí sería limitada y no generaría una confrontación mayor. Ante esto, Líbano pretende presentar una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU, y pidió a Hezbollah que respondiera de manera proporcional.

Por otro lado, el portavoz militar israelí, R Adm Daniel Hagari, defendió el ataque, argumentando que Israel no tolerará ataques terroristas contra sus civiles y está preparado para cualquier escenario, aunque prefiere evitar una guerra de mayor escala.

El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, condenó enérgicamente el ataque, calificándolo como un "acto criminal" y destacando que se realizó muy cerca de uno de los principales hospitales del país. En contraste, Hezbollah no ha confirmado la muerte de Shukur, y algunas fuentes dentro de la organización sugieren que sobrevivió al ataque.

Tras la agresión, la situación en Beirut se tornó tensa. Los residentes comenzaron a evacuar la zona y se registraron largas filas en las estaciones de gasolina, motivadas por el temor a nuevos ataques.

El ataque ha generado diversas reacciones internacionales. Rusia condenó la acción israelí, calificándola como una violación del derecho internacional. Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que no consideran inevitable una guerra entre Hezbollah e Israel, subrayando la necesidad de evitar una escalada de violencia.

Además, países como Reino Unido, Alemania y Francia han advertido a sus ciudadanos que abandonen Líbano o eviten viajar al país debido a la creciente tensión en la región. Este evento subraya un aumento en las hostilidades y la volatilidad entre Israel y Hezbollah, marcando un nuevo capítulo en el complejo escenario geopolítico de la región.Fuad Shukur alias Hajj Mohsin, quien era el objetivo del ataque aéreo israelí, tenía una recompensa de 5 millones de dólares por su captura, debido a su supuesta implicación en el atentado de 1983 contra un cuartel de marines estadounidenses en Beirut.

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