El nuevo retrato oficial del Rey Carlos III, creado por el renombrado artista Jonathan Yeo, ha generado una amplia gama de opiniones desde su revelación. La pintura muestra al monarca emergiendo de un vibrante fondo rojo, una elección de color que ha sido tanto alabada como criticada. En lugar de los tonos neutros que suelen caracterizar los retratos reales, el rojo audaz pretende capturar la atención y establecer un tono moderno para la imagen.
Uno de los elementos más distintivos del retrato es la mariposa que se posa sobre el hombro del rey. Este símbolo, según Yeo, representa la transformación y el crecimiento, aspectos que considera relevantes para el monarca en su nueva etapa como Rey de Inglaterra. La mariposa añade una capa de simbolismo que invita a los espectadores a interpretar su significado en el contexto del reinado de Carlos III.

Las reacciones del público han sido variadas. Algunos espectadores aprecian la modernidad y el enfoque simbólico del retrato, viéndolo como una ruptura refrescante con la tradición. El uso del rojo se ha interpretado como un signo de una nueva era y una desviación deliberada de las convenciones tradicionales de la retratística real. Además, la inclusión de la mariposa se percibe como un toque de delicadeza que contrasta con la autoridad y la regalia del monarca.
Sin embargo, no todas las respuestas han sido positivas. Algunos críticos consideran que el vibrante fondo rojo es demasiado impactante y poco apropiado para un retrato real, sugiriendo que puede distraer del sujeto principal de la obra. La mariposa, aunque simbólicamente significativa, ha sido vista por otros como un elemento demasiado caprichoso para un retrato de esta naturaleza, potencialmente restando solemnidad al retrato del rey.