El informe, resultado de un estudio exhaustivo sobre la desigualdad climática global, revela que el 1% más rico de la población, compuesto por 77 millones de personas, incluidos multimillonarios y aquellos con ingresos superiores a los 140,000 dólares al año, fue responsable del 16% de todas las emisiones de CO2 en 2019. Esta cifra es alarmante, ya que equivale a suficientes emisiones para causar más de un millón de muertes excesivas debido al calor. El informe, elaborado por Oxfam en colaboración con el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo y otros expertos, se centra en las causas y consecuencias de la desigualdad de carbono y el impacto desproporcionado de los individuos super-ricos, denominados "la élite contaminante".
Mientras que el 1% más rico tiende a vivir vidas aisladas del clima, con aire acondicionado y comodidades, sus emisiones, que ascendieron a 5.9 mil millones de toneladas de CO2 en 2019, son responsables de un sufrimiento inmenso. Utilizando una fórmula de "costo de mortalidad", empleada por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. entre otros, el informe calcula que las emisiones de solo el 1% serían suficientes para causar la muerte relacionada con el calor de 1.3 millones de personas en las próximas décadas.
Desde 1990 hasta 2019, las emisiones acumuladas del 1% más rico equivalen a la aniquilación de las cosechas del año pasado de maíz de la UE, trigo de EE. UU., arroz de Bangladesh y soja de China. El sufrimiento cae desproporcionadamente sobre las personas que viven en la pobreza, comunidades étnicas marginadas, migrantes y mujeres y niñas, quienes viven y trabajan al aire libre o en hogares vulnerables a condiciones climáticas extremas.
El informe destaca cómo la desigualdad climática afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables. Estos grupos, menos propensos a tener ahorros, seguros o protección social, enfrentan mayores riesgos económicos y físicos debido a inundaciones, sequías, olas de calor e incendios forestales. La ONU informa que los países en desarrollo representan el 91% de las muertes relacionadas con el clima extremo.