Ciencia

Fresnos silvestres desarrollan resistencia genética frente al hongo letal en Reino Unido

Una investigación publicada en la revista Science revela que las nuevas generaciones de fresnos silvestres están mostrando una rápida resistencia genética al hongo invasor Hymenoscyphus fraxineus, responsable de la devastadora muerte regresiva del fresno en el Reino Unido y Europa.

Ciencia

Fresnos silvestres desarrollan resistencia genética frente al hongo letal en Reino Unido

Una investigación publicada en la revista Science revela que las nuevas generaciones de fresnos silvestres están mostrando una rápida resistencia genética al hongo invasor Hymenoscyphus fraxineus, responsable de la devastadora muerte regresiva del fresno en el Reino Unido y Europa.

"Nuestros nuevos hallazgos nos dan nuevas esperanzas"

– Afirmó Richard Buggs, profesor del Real Jardín Botánico de Kew y de la Universidad Queen Mary de Londres.

1/7/2025

El estudio dirigido por investigadores del Real Jardín Botánico de Kew y la Universidad Queen Mary de Londres proporciona la primera evidencia concluyente de selección natural en acción sobre fresnos silvestres afectados por la muerte regresiva causada por Hymenoscyphus fraxineus. Este hongo, detectado por primera vez en el Reino Unido en 2012, ha destruido millones de fresnos y se estima que eliminará hasta el 85 % de los ejemplares antiguos y no resistentes, generando costos de hasta 15 000 millones de libras.


El equipo científico realizó un análisis genético comparando fresnos previos a la introducción del hongo con árboles jóvenes que han surgido desde entonces, dentro de áreas donde el hongo se replica activamente. Los resultados muestran que aproximadamente el 30 % de los fresnos jóvenes mueren por la enfermedad, pero las poblaciones sobrevivientes ya presentan mejoras genéticas mensurables en su resistencia.


El profesor Richard Nichols, también del grupo de investigación de la QMUL, señaló que la evolución observada avanza de forma inusualmente rápida: en el lapso de tan solo una generación. Un solo fresno puede dejar alrededor de 10 000 semillas distintas genéticamente en una temporada, proporcionando abundante material sobre el que puede actuar la selección natural.


Estudios genómicos previos habían señalado miles de locaciones en el ADN del fresno asociadas a una mayor supervivencia o vulnerabilidad a la enfermedad. El presente trabajo identificó cambios sutiles en estos sitios, confirmando que la generación más joven porta una resistencia superior en comparación con generaciones previas, cumpliendo la predicción de Darwin sobre la acumulación de pequeños cambios conducidos por selección natural.


Nichols advierte que, aunque el proceso evolutivo es prometedor, no se puede considerar que los fresnos estén completamente a salvo. La investigación destaca que la estrategia óptima para favorecer la evolución de la resistencia es permitir que se mantenga la mayor cantidad posible de árboles en pie, ya que la tala y destrucción de infectados reduciría la importantísima variabilidad genética necesaria para continuar el proceso.


Rebecca Gosling, de la organización Woodland Trust—propietaria de los bosques de Marden Park en Surrey donde se llevó a cabo parte del estudio—destacó el valor de permitir la regeneración natural de los bosques para encontrar la mejor manera de gestionar y conservar los fresnos.


No obstante, el Dr. Carey Metheringham, de la QMUL, advirtió que la selección natural podría no bastar para desarrollar una resistencia completa, debido a la limitada diversidad genética existente. Además, a medida que la población de árboles disminuya, la rapidez de la selección podría verse afectada negativamente.


Por ello, los expertos sugieren que la recuperación del fresno puede requerir intervención humana adicional, como programas de cría selectiva, el cruzamiento con fresnos asiáticos —altamente resistentes al haber coevolucionado con Hymenoscyphus fraxineus—, o la posibilidad de recurrir a la edición genética.


El panorama descrito por esta investigación representa un avance significativo en la comprensión y manejo de una de las mayores crisis medioambientales en los bosques británicos y europeos.

Algo Curioso

"Nuestros nuevos hallazgos nos dan nuevas esperanzas"

– Afirmó Richard Buggs, profesor del Real Jardín Botánico de Kew y de la Universidad Queen Mary de Londres.

Jul 1, 2025
Colglobal News

El estudio dirigido por investigadores del Real Jardín Botánico de Kew y la Universidad Queen Mary de Londres proporciona la primera evidencia concluyente de selección natural en acción sobre fresnos silvestres afectados por la muerte regresiva causada por Hymenoscyphus fraxineus. Este hongo, detectado por primera vez en el Reino Unido en 2012, ha destruido millones de fresnos y se estima que eliminará hasta el 85 % de los ejemplares antiguos y no resistentes, generando costos de hasta 15 000 millones de libras.


El equipo científico realizó un análisis genético comparando fresnos previos a la introducción del hongo con árboles jóvenes que han surgido desde entonces, dentro de áreas donde el hongo se replica activamente. Los resultados muestran que aproximadamente el 30 % de los fresnos jóvenes mueren por la enfermedad, pero las poblaciones sobrevivientes ya presentan mejoras genéticas mensurables en su resistencia.


El profesor Richard Nichols, también del grupo de investigación de la QMUL, señaló que la evolución observada avanza de forma inusualmente rápida: en el lapso de tan solo una generación. Un solo fresno puede dejar alrededor de 10 000 semillas distintas genéticamente en una temporada, proporcionando abundante material sobre el que puede actuar la selección natural.


Estudios genómicos previos habían señalado miles de locaciones en el ADN del fresno asociadas a una mayor supervivencia o vulnerabilidad a la enfermedad. El presente trabajo identificó cambios sutiles en estos sitios, confirmando que la generación más joven porta una resistencia superior en comparación con generaciones previas, cumpliendo la predicción de Darwin sobre la acumulación de pequeños cambios conducidos por selección natural.


Nichols advierte que, aunque el proceso evolutivo es prometedor, no se puede considerar que los fresnos estén completamente a salvo. La investigación destaca que la estrategia óptima para favorecer la evolución de la resistencia es permitir que se mantenga la mayor cantidad posible de árboles en pie, ya que la tala y destrucción de infectados reduciría la importantísima variabilidad genética necesaria para continuar el proceso.


Rebecca Gosling, de la organización Woodland Trust—propietaria de los bosques de Marden Park en Surrey donde se llevó a cabo parte del estudio—destacó el valor de permitir la regeneración natural de los bosques para encontrar la mejor manera de gestionar y conservar los fresnos.


No obstante, el Dr. Carey Metheringham, de la QMUL, advirtió que la selección natural podría no bastar para desarrollar una resistencia completa, debido a la limitada diversidad genética existente. Además, a medida que la población de árboles disminuya, la rapidez de la selección podría verse afectada negativamente.


Por ello, los expertos sugieren que la recuperación del fresno puede requerir intervención humana adicional, como programas de cría selectiva, el cruzamiento con fresnos asiáticos —altamente resistentes al haber coevolucionado con Hymenoscyphus fraxineus—, o la posibilidad de recurrir a la edición genética.


El panorama descrito por esta investigación representa un avance significativo en la comprensión y manejo de una de las mayores crisis medioambientales en los bosques británicos y europeos.

El estudio dirigido por investigadores del Real Jardín Botánico de Kew y la Universidad Queen Mary de Londres proporciona la primera evidencia concluyente de selección natural en acción sobre fresnos silvestres afectados por la muerte regresiva causada por Hymenoscyphus fraxineus. Este hongo, detectado por primera vez en el Reino Unido en 2012, ha destruido millones de fresnos y se estima que eliminará hasta el 85 % de los ejemplares antiguos y no resistentes, generando costos de hasta 15 000 millones de libras.


El equipo científico realizó un análisis genético comparando fresnos previos a la introducción del hongo con árboles jóvenes que han surgido desde entonces, dentro de áreas donde el hongo se replica activamente. Los resultados muestran que aproximadamente el 30 % de los fresnos jóvenes mueren por la enfermedad, pero las poblaciones sobrevivientes ya presentan mejoras genéticas mensurables en su resistencia.


El profesor Richard Nichols, también del grupo de investigación de la QMUL, señaló que la evolución observada avanza de forma inusualmente rápida: en el lapso de tan solo una generación. Un solo fresno puede dejar alrededor de 10 000 semillas distintas genéticamente en una temporada, proporcionando abundante material sobre el que puede actuar la selección natural.


Estudios genómicos previos habían señalado miles de locaciones en el ADN del fresno asociadas a una mayor supervivencia o vulnerabilidad a la enfermedad. El presente trabajo identificó cambios sutiles en estos sitios, confirmando que la generación más joven porta una resistencia superior en comparación con generaciones previas, cumpliendo la predicción de Darwin sobre la acumulación de pequeños cambios conducidos por selección natural.


Nichols advierte que, aunque el proceso evolutivo es prometedor, no se puede considerar que los fresnos estén completamente a salvo. La investigación destaca que la estrategia óptima para favorecer la evolución de la resistencia es permitir que se mantenga la mayor cantidad posible de árboles en pie, ya que la tala y destrucción de infectados reduciría la importantísima variabilidad genética necesaria para continuar el proceso.


Rebecca Gosling, de la organización Woodland Trust—propietaria de los bosques de Marden Park en Surrey donde se llevó a cabo parte del estudio—destacó el valor de permitir la regeneración natural de los bosques para encontrar la mejor manera de gestionar y conservar los fresnos.


No obstante, el Dr. Carey Metheringham, de la QMUL, advirtió que la selección natural podría no bastar para desarrollar una resistencia completa, debido a la limitada diversidad genética existente. Además, a medida que la población de árboles disminuya, la rapidez de la selección podría verse afectada negativamente.


Por ello, los expertos sugieren que la recuperación del fresno puede requerir intervención humana adicional, como programas de cría selectiva, el cruzamiento con fresnos asiáticos —altamente resistentes al haber coevolucionado con Hymenoscyphus fraxineus—, o la posibilidad de recurrir a la edición genética.


El panorama descrito por esta investigación representa un avance significativo en la comprensión y manejo de una de las mayores crisis medioambientales en los bosques británicos y europeos.

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