El cometa G3 ATLAS, identificado el 5 de abril de 2024 por el sistema de alerta de asteroides ATLAS desde Río Hurtado, Chile, se encuentra en camino para ofrecer un espectáculo astronómico notable en enero de 2025. Cuando fue descubierto, este cuerpo celeste estaba a 655 millones de kilómetros (407 millones de millas) de la Tierra y presentaba una magnitud de +19, siendo unas 158,000 veces más tenue que la estrella más débil visible al ojo humano.
Con un período orbital de 160,000 años, el G3 ATLAS es un cometa dinámicamente viejo, lo que significa que ha realizado al menos un acercamiento previo al Sol. Este próximo perihelio, que corresponde al punto más cercano al Sol en su órbita, se alcanzará el 13 de enero de 2025, situándose a 13,993,594 kilómetros (8,695,216 millas) del Sol y a 140.1 millones de kilómetros (87.1 millones de millas) de la Tierra.
Los astrónomos esperan que el cometa alcance una magnitud máxima de -4.5, superando en brillo a Venus y situándose en un nivel comparable al de Júpiter. Sin embargo, su cercanía al Sol podría complicar su observación, especialmente desde el hemisferio norte, donde se prevé que esté muy bajo en el horizonte sureste, dificultado aún más por la luz del crepúsculo.
La trayectoria del cometa favorecerá a los observadores del hemisferio sur, siendo visible en las constelaciones de Sagitario, Lupus y Escorpio. Se recomienda el uso de binoculares o telescopios para una mejor observación, ya que a simple vista puede ser complicado verlo. Las mejores fechas para intentar seguir este evento astronómico son entre el 12 y el 14 de enero de 2025, enfocándose en el horizonte este-sureste antes del amanecer y en el horizonte oeste-suroeste después del atardecer.
Un factor relevante a tener en cuenta es la interferencia lunar. El 13 de enero, una Luna llena conocida como "Luna Fría" saldrá en el este, lo que podrá dificultar aún más la visibilidad del cometa debido al resplandor lunar. La denominación "Atlas," abreviatura de "Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System," resalta la función primordial de este sistema innovador: la detección y seguimiento de asteroides y cometas potencialmente peligrosos.
El 2 de enero de 2025, se registró un aumento significativo en el brillo del cometa, casi cuadruplicando su luminosidad original. No obstante, los científicos plantean que este incremento súbito podría indicar una posible desintegración mientras se aproxima al Sol, impulsado por las fuerzas gravitacionales y el elevado calor. Además, el ángulo de fase del cometa, que alcanzará un máximo de 115 grados el 13 de enero, podría incrementar su brillo adicionalmente debido a la dispersión de la luz solar por las partículas de polvo en su cola.
Considerando su largo período orbital, el cometa G3 ATLAS no volverá a ser visible desde la Tierra hasta dentro de aproximadamente 160,000 años. Por lo tanto, esta próxima aparición constituye una oportunidad única para los observadores de fenómenos astronómicos. Para maximizar las posibilidades de una observación exitosa, se aconseja a los aficionados preparar sus equipos y elegir lugares oscuros con baja contaminación lumínica para evitar interferencias visuales.