Jaime Vásquez, abogado y ferviente activista anticorrupción de Cúcuta, fue asesinado en un atentado perpetrado la mañana del domingo, alrededor de las 9:00 AM, en el sector La Riviera, una zona de clase media alta. Según reportes, Vásquez fue abordado por sicarios en motocicleta que le dispararon a quemarropa mientras intentaba refugiarse en una panadería local. Este incidente ocurrió poco después de que Vásquez anunciara que se quedaría en casa, permitiendo a su escolta descansar, dejándolo vulnerable ante sus atacantes.
En los días previos a su muerte, Vásquez había utilizado sus redes sociales para denunciar una serie de irregularidades administrativas en el Instituto Financiero para el Desarrollo de Norte de Santander (Ifinorte), incluyendo embargos irregulares a vehículos, mayormente de propietarios venezolanos. Este último acto de denuncia evidenció su compromiso constante con la transparencia y la justicia, destacando su papel crítico en la lucha contra la corrupción en su región.
La comunidad de Cúcuta y defensores de los derechos humanos han expresado su profundo pesar y preocupación por este crimen, que ilustra la peligrosa intersección de la política y el crimen organizado en la región. Las autoridades locales y nacionales han condenado el asesinato y han ofrecido una recompensa de hasta 70 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables.
Este suceso no solo ha sacudido a la comunidad local, sino que también ha llamado la atención sobre la necesidad urgente de proteger a aquellos que se atreven a hablar contra la corrupción. El temor y la indignación se han apoderado de los ciudadanos, que ahora exigen justicia y medidas más efectivas para proteger a los activistas y líderes sociales en Colombia.