El deterioro en las medallas de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha generado una gran controversia entre los atletas y organizadores. Más de 100 atletas olímpicos y paralímpicos han manifestado su descontento ante signos de oxidación y desgaste prematuro en las medallas, lo que ha motivado numerosas solicitudes de reemplazo.

Diseñadas por la prestigiosa marca de joyería Chaumet, propiedad del conglomerado de lujo LVMH, las medallas fueron fabricadas por la Monnaie de Paris. Sin embargo, diversas imágenes compartidas por los atletas muestran medallas que presentan un aspecto similar al de una bicicleta oxidada expuesta a los elementos durante el invierno. Yohann Ndoye Brouard y Clément Secchi, nadadores franceses, publicaron fotos de sus medallas agrietadas y con una textura semejante a la piel de cocodrilo.

La Monnaie de Paris ha clasificado más de 5,000 medallas producidas para los Juegos dentro de las quejas recibidas y ha anunciado que reemplazará todas las piezas defectuosas. Este proceso está programado para iniciar en el primer trimestre de 2025. El organismo atribuye los problemas a un cambio en la fórmula del barniz utilizado para cubrir las medallas. Este cambio se realizó para cumplir con una nueva regulación de la Unión Europea que prohíbe el uso de trióxido de cromo, un químico anti-óxido.
Por su parte, LVMH ha manifestado que su responsabilidad fue únicamente en el diseño de las medallas, no en su fabricación. Esta compañía destinó 168 millones de dólares a los Juegos Olímpicos de París como parte de su estrategia de patrocinio deportivo y busca distanciarse de la controversia.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha ofrecido disculpas a los atletas afectados y se ha comprometido a honrar todas las solicitudes de reemplazo de medallas. Todo esto ha puesto en el centro del debate la calidad de las medallas y la reputación de LVMH en el contexto de sus inversiones en patrocinios deportivos.