La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha desvelado un esquema de plantación de "bosques urbanos" que se llevará a cabo en la Place de l'Hotel de Ville, la Gare de Lyon, el Palais Garnier y un sendero a lo largo de las orillas del río Sena, según informa Le Parisien. Este proyecto se presenta como una estrategia para mejorar la calidad del aire y abordar el cambio climático, dos de los desafíos ambientales más apremiantes de la actualidad.
La iniciativa forma parte de un objetivo más amplio que busca que el 50% de las superficies de la ciudad sean vegetadas y permeables. Además, se alinea con la aspiración de París de convertirse en una ciudad carbono neutral para el año 2050, lo que implica una serie de estrategias y proyectos que reduzcan de manera significativa las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los bosques urbanos no solo proporcionarán sombra y ayudarán a limpiar el aire, sino que también ofrecerán nuevos espacios públicos para que los residentes y visitantes disfruten. La vegetación adicional también puede ayudar a mitigar las islas de calor urbanas, fenómeno que se produce cuando las áreas urbanas experimentan temperaturas más elevadas que sus alrededores rurales debido a la actividad humana y las características de los paisajes urbanos.
Aunque la idea de bosques urbanos es prometedora y ha sido bien recibida por muchos, también plantea desafíos en cuanto a la implementación y el mantenimiento a largo plazo. La selección de especies de árboles que puedan soportar las condiciones cambiantes y extremas del clima, así como la gestión del espacio en una ciudad ya densamente poblada, son aspectos que deberán ser cuidadosamente considerados.