Ciencia

Calor Mortal: Nidos de Abejorro en Peligro por el Aumento Global de Temperaturas

El aumento global de las temperaturas está causando que los nidos de abejorros alcancen niveles de calor letales, lo que representa una amenaza significativa para estas especies clave en la polinización y el equilibrio ecológico.

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Calor Mortal: Nidos de Abejorro en Peligro por el Aumento Global de Temperaturas

El aumento global de las temperaturas está causando que los nidos de abejorros alcancen niveles de calor letales, lo que representa una amenaza significativa para estas especies clave en la polinización y el equilibrio ecológico.

“Es desgarrador pensar que muchas especies pueden desaparecer”

- Dave Goulson, profesor de biología en la Universidad de Sussex.

4/5/2024

Los abejorros, conocidos científicamente como Bombus, están enfrentando una crisis sin precedentes debido al calentamiento global. Investigaciones recientes han demostrado que estas especies, que juegan un papel crucial en la polinización de plantas silvestres y cultivos, están perdiendo la capacidad de mantener la temperatura óptima en sus nidos. Los estudios indican que la temperatura ideal para la incubación de nidos se sitúa entre 28°C y 32°C, pero con el aumento de las olas de calor, mantener estas condiciones se está volviendo cada vez más difícil.

El concepto de "superorganismo", que describe a las colonias de abejorros donde el conjunto actúa más allá de los individuos, subraya la importancia de la temperatura en su supervivencia y reproducción. La investigación sugiere que el estrés térmico podría estar detrás de la disminución en el tamaño y la salud de los abejorros trabajadores, afectando negativamente su éxito en la fundación de nuevas colonias y la cantidad de huevos en las reinas.

El impacto de las altas temperaturas no es solo una amenaza teórica, sino una realidad que ya ha comenzado a manifestarse en diferentes partes del mundo. En América del Norte y Europa, donde los abejorros son más abundantes, se ha observado una disminución significativa en sus poblaciones. Este fenómeno también se ha registrado en áreas montañosas donde las especies han empezado a migrar a altitudes más altas en un intento por escapar del incremento del calor.

Las implicaciones de esta crisis son vastas, ya que los abejorros son polinizadores vitales no solo para las flores silvestres, sino también para cultivos como tomates, frijoles, manzanas y bayas. La pérdida de estas especies no solo afectaría la biodiversidad, sino también la agricultura y la disponibilidad de alimentos a nivel global.

Algo Curioso
Los nidos de abejorros, diseñados para aislamiento térmico, utilizan materiales con propiedades sorprendentes. Por ejemplo, la lana de oveja tiene un valor de resistencia térmica (RSI) cercano a 20, proporcionando un aislamiento eficaz que es crucial para la supervivencia de la colonia durante los extremos climáticos.

Regulación Térmica y Supervivencia de los Abejorros

La respuesta de los abejorros al calor extremo involucra comportamientos sofisticados de termorregulación, tales como el abanico con las alas para enfriar el nido. Sin embargo, estos métodos están llegando a sus límites debido a la frecuencia e intensidad creciente de las olas de calor. Según investigaciones publicadas, la capacidad de los abejorros para ajustar las temperaturas de sus nidos se ve superada cuando las temperaturas externas sobrepasan los 35°C, nivel que se está volviendo más común a medida que el clima global continúa calentándose.

En términos prácticos, los nidos de abejorros pueden alcanzar temperaturas de hasta 36°C durante episodios extremos, un nivel que es letal para la cría. Estas condiciones no solo afectan el tamaño y la salud de la progenie, sino que también reducen la eficacia reproductiva general de la colonia. Estudios específicos han mostrado que las reinas y los trabajadores que desarrollan en condiciones de estrés térmico a menudo emergen más pequeños y en peor condición física, lo que compromete su capacidad para sobrevivir al invierno y establecer nuevas colonias en la primavera.

Otro aspecto crítico es la uniformidad en las temperaturas óptimas de incubación de nidos a través de varias especies de abejorros, que se mantiene en aproximadamente 28–32°C, independientemente del clima de su hábitat natural. Esto sugiere una plasticidad evolutiva limitada para adaptarse a rápidos cambios en las condiciones ambientales, poniendo a estas especies en un riesgo aún mayor ante el calentamiento global.

Investigadores han identificado que, además de los efectos directos del calor, hay factores secundarios que agravan la situación. Por ejemplo, el estrés térmico puede alterar la disponibilidad y calidad de los recursos alimentarios de los abejorros, afectando su capacidad para acumular las reservas energéticas necesarias para la termorregulación efectiva y la producción de cría saludable.

Factores Ecológicos y Conductuales en la Supervivencia de los Abejorros

En estudios recientes, se ha descubierto que la variabilidad en la temperatura ambiental inmediata fuera de la cavidad del nido afecta significativamente las condiciones dentro del nido. Por ejemplo, la variación en la temperatura del suelo puede impactar directamente la temperatura dentro del nido, pudiendo alcanzar rangos de 30–35°C en el núcleo de la colonia, cerca del límite superior para la supervivencia de la cría.

Además, la arquitectura del nido, como la profundidad y los materiales utilizados para su construcción, juega un papel vital en la regulación térmica. Materiales como la paja y el pelo de animal utilizados en los nidos pueden tener valores de resistencia térmica (R o RSI) que varían considerablemente, influenciando la capacidad del nido para proteger a la colonia del calor y el frío externos.

“Es desgarrador pensar que muchas especies pueden desaparecer”

- Dave Goulson, profesor de biología en la Universidad de Sussex.

May 4, 2024
Colglobal News

Los abejorros, conocidos científicamente como Bombus, están enfrentando una crisis sin precedentes debido al calentamiento global. Investigaciones recientes han demostrado que estas especies, que juegan un papel crucial en la polinización de plantas silvestres y cultivos, están perdiendo la capacidad de mantener la temperatura óptima en sus nidos. Los estudios indican que la temperatura ideal para la incubación de nidos se sitúa entre 28°C y 32°C, pero con el aumento de las olas de calor, mantener estas condiciones se está volviendo cada vez más difícil.

El concepto de "superorganismo", que describe a las colonias de abejorros donde el conjunto actúa más allá de los individuos, subraya la importancia de la temperatura en su supervivencia y reproducción. La investigación sugiere que el estrés térmico podría estar detrás de la disminución en el tamaño y la salud de los abejorros trabajadores, afectando negativamente su éxito en la fundación de nuevas colonias y la cantidad de huevos en las reinas.

El impacto de las altas temperaturas no es solo una amenaza teórica, sino una realidad que ya ha comenzado a manifestarse en diferentes partes del mundo. En América del Norte y Europa, donde los abejorros son más abundantes, se ha observado una disminución significativa en sus poblaciones. Este fenómeno también se ha registrado en áreas montañosas donde las especies han empezado a migrar a altitudes más altas en un intento por escapar del incremento del calor.

Las implicaciones de esta crisis son vastas, ya que los abejorros son polinizadores vitales no solo para las flores silvestres, sino también para cultivos como tomates, frijoles, manzanas y bayas. La pérdida de estas especies no solo afectaría la biodiversidad, sino también la agricultura y la disponibilidad de alimentos a nivel global.

Los abejorros, conocidos científicamente como Bombus, están enfrentando una crisis sin precedentes debido al calentamiento global. Investigaciones recientes han demostrado que estas especies, que juegan un papel crucial en la polinización de plantas silvestres y cultivos, están perdiendo la capacidad de mantener la temperatura óptima en sus nidos. Los estudios indican que la temperatura ideal para la incubación de nidos se sitúa entre 28°C y 32°C, pero con el aumento de las olas de calor, mantener estas condiciones se está volviendo cada vez más difícil.

El concepto de "superorganismo", que describe a las colonias de abejorros donde el conjunto actúa más allá de los individuos, subraya la importancia de la temperatura en su supervivencia y reproducción. La investigación sugiere que el estrés térmico podría estar detrás de la disminución en el tamaño y la salud de los abejorros trabajadores, afectando negativamente su éxito en la fundación de nuevas colonias y la cantidad de huevos en las reinas.

El impacto de las altas temperaturas no es solo una amenaza teórica, sino una realidad que ya ha comenzado a manifestarse en diferentes partes del mundo. En América del Norte y Europa, donde los abejorros son más abundantes, se ha observado una disminución significativa en sus poblaciones. Este fenómeno también se ha registrado en áreas montañosas donde las especies han empezado a migrar a altitudes más altas en un intento por escapar del incremento del calor.

Las implicaciones de esta crisis son vastas, ya que los abejorros son polinizadores vitales no solo para las flores silvestres, sino también para cultivos como tomates, frijoles, manzanas y bayas. La pérdida de estas especies no solo afectaría la biodiversidad, sino también la agricultura y la disponibilidad de alimentos a nivel global.

Algo Curioso
Los nidos de abejorros, diseñados para aislamiento térmico, utilizan materiales con propiedades sorprendentes. Por ejemplo, la lana de oveja tiene un valor de resistencia térmica (RSI) cercano a 20, proporcionando un aislamiento eficaz que es crucial para la supervivencia de la colonia durante los extremos climáticos.

Regulación Térmica y Supervivencia de los Abejorros

La respuesta de los abejorros al calor extremo involucra comportamientos sofisticados de termorregulación, tales como el abanico con las alas para enfriar el nido. Sin embargo, estos métodos están llegando a sus límites debido a la frecuencia e intensidad creciente de las olas de calor. Según investigaciones publicadas, la capacidad de los abejorros para ajustar las temperaturas de sus nidos se ve superada cuando las temperaturas externas sobrepasan los 35°C, nivel que se está volviendo más común a medida que el clima global continúa calentándose.

En términos prácticos, los nidos de abejorros pueden alcanzar temperaturas de hasta 36°C durante episodios extremos, un nivel que es letal para la cría. Estas condiciones no solo afectan el tamaño y la salud de la progenie, sino que también reducen la eficacia reproductiva general de la colonia. Estudios específicos han mostrado que las reinas y los trabajadores que desarrollan en condiciones de estrés térmico a menudo emergen más pequeños y en peor condición física, lo que compromete su capacidad para sobrevivir al invierno y establecer nuevas colonias en la primavera.

Otro aspecto crítico es la uniformidad en las temperaturas óptimas de incubación de nidos a través de varias especies de abejorros, que se mantiene en aproximadamente 28–32°C, independientemente del clima de su hábitat natural. Esto sugiere una plasticidad evolutiva limitada para adaptarse a rápidos cambios en las condiciones ambientales, poniendo a estas especies en un riesgo aún mayor ante el calentamiento global.

Investigadores han identificado que, además de los efectos directos del calor, hay factores secundarios que agravan la situación. Por ejemplo, el estrés térmico puede alterar la disponibilidad y calidad de los recursos alimentarios de los abejorros, afectando su capacidad para acumular las reservas energéticas necesarias para la termorregulación efectiva y la producción de cría saludable.

Factores Ecológicos y Conductuales en la Supervivencia de los Abejorros

En estudios recientes, se ha descubierto que la variabilidad en la temperatura ambiental inmediata fuera de la cavidad del nido afecta significativamente las condiciones dentro del nido. Por ejemplo, la variación en la temperatura del suelo puede impactar directamente la temperatura dentro del nido, pudiendo alcanzar rangos de 30–35°C en el núcleo de la colonia, cerca del límite superior para la supervivencia de la cría.

Además, la arquitectura del nido, como la profundidad y los materiales utilizados para su construcción, juega un papel vital en la regulación térmica. Materiales como la paja y el pelo de animal utilizados en los nidos pueden tener valores de resistencia térmica (R o RSI) que varían considerablemente, influenciando la capacidad del nido para proteger a la colonia del calor y el frío externos.

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