Jerusalén fue escenario de enfrentamientos entre los judíos ultraortodoxos y la policía israelí, provocados por la reciente decisión del Tribunal Supremo de Israel que ordena la conscripción de los Haredim (judíos ultraortodoxos) en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF).
Aproximadamente 100 judíos ultraortodoxos se concentraron cerca de la oficina de reclutamiento del IDF en Jerusalén para protestar contra la orden de conscripción. Las manifestaciones incluyeron cánticos de lemas como “preferimos la prisión que el ejército” y “moriremos antes que enlistarnos”, en clara muestra de la oposición de la comunidad Haredí a la integración en el ejército.
La policía israelí rápidamente declaró la protesta como ilegal y recurrió al uso de cañones de agua y caballería para disipar la concentración. Durante los enfrentamientos, se registraron cinco arrestos, interviniendo cuando los manifestantes intentaron romper los bloqueos policiales y lanzaron objetos a los oficiales.

El contexto de esta protesta se remonta al 25 de junio de 2024, cuando el Tribunal Supremo de Israel emitió una decisión unánime que exige la conscripción obligatoria para los estudiantes de yeshiva ultraortodoxos, eliminando así las exenciones de servicio militar que habían estado vigentes durante décadas. Adicionalmente, la corte prohibió la financiación estatal para las yeshivas cuyos estudiantes evadan el servicio militar, afectando a alrededor de 67,000 Haredim elegibles para el alistamiento.
Ante esta orden judicial, los líderes religiosos de la comunidad ultraortodoxa han instado a sus seguidores a desobedecer las órdenes de reclutamiento, argumentando que el servicio militar podría secularizar a los reclutas. La comunidad Haredí constituye aproximadamente el 13% de la población israelí, la cual asciende a 9.9 millones de personas.
En paralelo, las Fuerzas de Defensa de Israel están enfrentando una escasez de personal derivada de la guerra en Gaza, iniciada el 7 de octubre de 2023, y los conflictos en la frontera con Líbano. En respuesta a esta falta de personal, el ejército ha comenzado a convocar a 15,000 reservistas que previamente habían sido eximidos.
Estos acontecimientos marcan un punto de inflexión en la relación entre el gobierno israelí y la comunidad ultraortodoxa, en medio de una creciente presión para que todos los ciudadanos israelíes cumplan con el servicio militar obligatorio. La exención del servicio militar para los estudiantes de yeshiva ultraortodoxos había sido una característica distintiva de la sociedad israelí desde la fundación del estado en 1948, siendo este uno de los temas más polémicos y divisivos en el país.