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Confirmada Condena de Irmgard Furchner por Complicidad en Más de 10,500 Asesinatos en Campo de Concentración Nazi

El Tribunal Federal de Justicia de Alemania ha ratificado la condena de Irmgard Furchner, de 99 años, a dos años de prisión condicional por su papel como secretaria en el campo de concentración de Stutthof, donde más de 10,500 prisioneros fueron asesinados.

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Confirmada Condena de Irmgard Furchner por Complicidad en Más de 10,500 Asesinatos en Campo de Concentración Nazi

El Tribunal Federal de Justicia de Alemania ha ratificado la condena de Irmgard Furchner, de 99 años, a dos años de prisión condicional por su papel como secretaria en el campo de concentración de Stutthof, donde más de 10,500 prisioneros fueron asesinados.

"La sentencia confirma que la responsabilidad por actos atroces no prescribe con la edad ni el tiempo"

señaló el juez presidente del Tribunal Federal de Justicia de Alemania.

20/8/2024

El Tribunal Federal de Justicia de Alemania ha ratificado la condena de Irmgard Furchner, una mujer de 99 años, a dos años de prisión condicional por su complicidad en más de 10,500 asesinatos en el campo de concentración nazi de Stutthof. Furchner desempeñó funciones como secretaria en el campo entre el 1 de junio de 1943 y el 1 de abril de 1945, periodo en el que más de 10,500 prisioneros fueron asesinados.

Durante el juicio, celebrado por el tribunal estatal en Itzehoe, al norte de Alemania, en diciembre de 2022, se presentaron cargos contra Furchner por ser cómplice en 10,505 asesinatos y por intento de asesinato en otros cinco casos. La acusación sostuvo que su trabajo como taquígrafa en la oficina del comandante del campo contribuyó al funcionamiento del sistema que facilitó estos asesinatos mediante ejecuciones por gas, condiciones inhumanas, transporte de prisioneros a Auschwitz y marchas de la muerte al final de la guerra.

La defensa de Furchner argumentó su desconocimiento sobre los crímenes cometidos, sin embargo, el tribunal encontró evidencias suficientes de su complicidad. Pese a la apelación de la defensa que cuestionaba su conocimiento y participación, el Tribunal Federal de Justicia ha afirmado que la responsabilidad por estos crímenes no prescribe ni se diluye con el paso del tiempo.

Este juicio ha cobrado relevancia histórica al ser uno de los últimos enjuiciamientos de personas involucradas en crímenes nazis, dada la avanzada edad de los acusados. La jurisprudencia alemana ha avanzado desde 2011, reconociendo que la mera participación en el funcionamiento de un campo de concentración puede ser considerada suficiente para condenar a alguien por complicidad en asesinato, sin necesidad de demostrar una conexión directa con los asesinatos específicos.

Entre 1939 y 1945, alrededor de 110,000 personas fueron internadas en Stutthof, y cerca de 65,000 de ellas fueron asesinadas. La condena de Furchner se establece como la primera emitida contra un civil por su participación indirecta en el Holocausto, marcando un precedente en la justicia alemana en casos de crímenes de guerra y subrayando la importancia de la rendición de cuentas independientemente del paso del tiempo. Irmgard Furchner fue juzgada por su complicidad en crímenes de guerra mientras tenía casi un siglo de vida, lo que la convierte en una de las personas de mayor edad en ser condenada por crímenes relacionados con el Holocausto.

Algo Curioso

"La sentencia confirma que la responsabilidad por actos atroces no prescribe con la edad ni el tiempo"

señaló el juez presidente del Tribunal Federal de Justicia de Alemania.

Aug 20, 2024
Colglobal News

El Tribunal Federal de Justicia de Alemania ha ratificado la condena de Irmgard Furchner, una mujer de 99 años, a dos años de prisión condicional por su complicidad en más de 10,500 asesinatos en el campo de concentración nazi de Stutthof. Furchner desempeñó funciones como secretaria en el campo entre el 1 de junio de 1943 y el 1 de abril de 1945, periodo en el que más de 10,500 prisioneros fueron asesinados.

Durante el juicio, celebrado por el tribunal estatal en Itzehoe, al norte de Alemania, en diciembre de 2022, se presentaron cargos contra Furchner por ser cómplice en 10,505 asesinatos y por intento de asesinato en otros cinco casos. La acusación sostuvo que su trabajo como taquígrafa en la oficina del comandante del campo contribuyó al funcionamiento del sistema que facilitó estos asesinatos mediante ejecuciones por gas, condiciones inhumanas, transporte de prisioneros a Auschwitz y marchas de la muerte al final de la guerra.

La defensa de Furchner argumentó su desconocimiento sobre los crímenes cometidos, sin embargo, el tribunal encontró evidencias suficientes de su complicidad. Pese a la apelación de la defensa que cuestionaba su conocimiento y participación, el Tribunal Federal de Justicia ha afirmado que la responsabilidad por estos crímenes no prescribe ni se diluye con el paso del tiempo.

Este juicio ha cobrado relevancia histórica al ser uno de los últimos enjuiciamientos de personas involucradas en crímenes nazis, dada la avanzada edad de los acusados. La jurisprudencia alemana ha avanzado desde 2011, reconociendo que la mera participación en el funcionamiento de un campo de concentración puede ser considerada suficiente para condenar a alguien por complicidad en asesinato, sin necesidad de demostrar una conexión directa con los asesinatos específicos.

Entre 1939 y 1945, alrededor de 110,000 personas fueron internadas en Stutthof, y cerca de 65,000 de ellas fueron asesinadas. La condena de Furchner se establece como la primera emitida contra un civil por su participación indirecta en el Holocausto, marcando un precedente en la justicia alemana en casos de crímenes de guerra y subrayando la importancia de la rendición de cuentas independientemente del paso del tiempo. Irmgard Furchner fue juzgada por su complicidad en crímenes de guerra mientras tenía casi un siglo de vida, lo que la convierte en una de las personas de mayor edad en ser condenada por crímenes relacionados con el Holocausto.

El Tribunal Federal de Justicia de Alemania ha ratificado la condena de Irmgard Furchner, una mujer de 99 años, a dos años de prisión condicional por su complicidad en más de 10,500 asesinatos en el campo de concentración nazi de Stutthof. Furchner desempeñó funciones como secretaria en el campo entre el 1 de junio de 1943 y el 1 de abril de 1945, periodo en el que más de 10,500 prisioneros fueron asesinados.

Durante el juicio, celebrado por el tribunal estatal en Itzehoe, al norte de Alemania, en diciembre de 2022, se presentaron cargos contra Furchner por ser cómplice en 10,505 asesinatos y por intento de asesinato en otros cinco casos. La acusación sostuvo que su trabajo como taquígrafa en la oficina del comandante del campo contribuyó al funcionamiento del sistema que facilitó estos asesinatos mediante ejecuciones por gas, condiciones inhumanas, transporte de prisioneros a Auschwitz y marchas de la muerte al final de la guerra.

La defensa de Furchner argumentó su desconocimiento sobre los crímenes cometidos, sin embargo, el tribunal encontró evidencias suficientes de su complicidad. Pese a la apelación de la defensa que cuestionaba su conocimiento y participación, el Tribunal Federal de Justicia ha afirmado que la responsabilidad por estos crímenes no prescribe ni se diluye con el paso del tiempo.

Este juicio ha cobrado relevancia histórica al ser uno de los últimos enjuiciamientos de personas involucradas en crímenes nazis, dada la avanzada edad de los acusados. La jurisprudencia alemana ha avanzado desde 2011, reconociendo que la mera participación en el funcionamiento de un campo de concentración puede ser considerada suficiente para condenar a alguien por complicidad en asesinato, sin necesidad de demostrar una conexión directa con los asesinatos específicos.

Entre 1939 y 1945, alrededor de 110,000 personas fueron internadas en Stutthof, y cerca de 65,000 de ellas fueron asesinadas. La condena de Furchner se establece como la primera emitida contra un civil por su participación indirecta en el Holocausto, marcando un precedente en la justicia alemana en casos de crímenes de guerra y subrayando la importancia de la rendición de cuentas independientemente del paso del tiempo. Irmgard Furchner fue juzgada por su complicidad en crímenes de guerra mientras tenía casi un siglo de vida, lo que la convierte en una de las personas de mayor edad en ser condenada por crímenes relacionados con el Holocausto.

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