Una reunión crítica tendrá lugar en Riad este lunes, donde las delegaciones de Rusia, Ucrania y Estados Unidos abordarán propuestas para un alto el fuego limitado en el conflicto armado entre las naciones europeas. Esta negociación contará con la participación de un equipo ruso liderado por Sergei Beseda, exjefe de la FSB, y tendrá como uno de los puntos clave la infraestructura energética, tras las discusiones previas entre el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y Donald Trump.
Zelenskyy informó que la delegación ucraniana presentará una lista detallada de infraestructuras energéticas que, según sus términos, deberían quedar exentas de ataques por parte de Rusia. Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, especificó que el alto el fuego, de ser acordado, solo contemplaría el sector energético, dejando fuera otros posibles objetivos civiles y militares.
Paralelamente, la escalada de ataques aéreos ha complicado el panorama. Rusia lanzó en las últimas horas 171 drones y más de 30 bombas guiadas sobre Ucrania, acciones que dejaron un saldo de al menos dos muertos y diez heridos, entre ellos cuatro menores. Las defensas ucranianas lograron interceptar y derribar 75 de estos drones. En represalia, Ucrania atacó con drones una base aérea estratégica ubicada en Engels, Rusia, a 700 km del frente de batalla, provocando incendios, daños significativos a la instalación y forzando la evacuación de residentes cercanos. Este ataque también dejó como resultado al menos diez personas heridas.
Ucrania acusa a Rusia de no detener los ataques a su infraestructura energética, pese a la disposición pública del presidente ruso, Vladimir Putin, de explorar opciones para cesar dichas agresiones. La clave para un acuerdo duradero, según Rusia, radica en que Occidente cese completamente el suministro de ayuda militar a Ucrania, una insistencia que tanto Zelenskyy como el resto de las partes consideran inviable.
Además de discutir el cese de hostilidades en el terreno, se abordará un posible alto el fuego marítimo, cuya implementación podría reducir significativamente las tensiones en el Mar Negro. Sin embargo, las diferencias en las manifestaciones de los líderes sobre los términos del alto el fuego, sumado a las tensiones de los recientes ataques, dificultan el avance hacia consensos concretos.
Mientras el conflicto continúa, ambas partes parecen mantener estrategias tanto militantes como diplomáticas, alimentando una mezcla de esperanza para el cese de hostilidades y dudas sobre la viabilidad de acuerdos en un entorno constantemente desestabilizado.
Los drones Shahed utilizados por Rusia son de origen iraní, y su empleo en ataques masivos nocturnos revela una dependencia creciente de Moscú en tecnología extranjera para mantener la presión sobre objetivos ucranianos.